El secretario de Estado norteamericano  aseguró que las Fuerzas Armadas norteamericanas podrían imponer una zona de exclusión aérea en Libia

La Liga Árabe parece haber acordado esa intervención externa... parece

Europa no quiere ni siquiera plantearse la posibilidad de que Gadafi continúe en el poder ya que se ha colocado en un mal lugar. Se ha posicionado con los rebeldes, pero la lentitud a la hora de tomar decisiones ha provocado que Gadafi recupere fuerzas. De esta manera, cuando se quiera imponer un área de exclusión aérea, quizás ya no tenga sentido.

Estados Unidos, ante la situación, ha sacado pecho y ha manifestado por boca de su secretario de Estado, Robert Gates, que sus Fuerzas Armadas serían capaces de imponer una zona de exclusión aérea, lo que ha sido también un intento de despertar del letargo al presidente Obama que no se ha manifestado con claridad sobre el tema. Lo que está claro es que EE.UU. no quiere involucrarse en una nueva intervención y deja ese papel a la ONU y a Europa, pero ésta, tampoco sabe qué hacer pues todavía tiene más temor al cambio. Y un claro ejemplo es Egipto donde ha caído Mubarak, pero no está claro quién le sustituirá. Y el temor a la llegada al poder  de los Hermanos Musulmanes es fuerte. Sobre todo si se tiene en cuenta que con la excusa de la democracia llega un gobierno islámico, cuyos reflejos más claros se perciben ya con la persecución religiosa que viven en el país los cristianos coptos.

Y mientras Europa y la Liga Árabe deciden qué hacer -nadie quiere quedar mal, ni Europa intervenir con el peligro del odio antioccidental, ni los árabes para entregar un país a manos occidentales-.

Y no hay que olvidar que las protestas continúan en otros países árabes como Bahréin y que en Marruecos se produjeron el fin de semana nuevas protestas tras el anuncio del rey alauí de modificar la Constitución. Pero la población no sólo quiere un lavado de cara sino un cambio real y significativo.

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com