Es una vergüenza: el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco, no ha hablado de la crisis económica que nos asola, seguramente para proteger a los ricos. Ahora ha hablado, pero para apoyar al Gobierno Rajoy. Lo dicho, una vergüenza.

Luego nos quejaremos de que ese pensador insigne entrenador del Sporting, Javier Clemente, le reproche al tal Rouco que es 'un jeta' y que, a partir de ahora, no le va a dar más dinero: se va a enterar.

¿Y qué ha dicho Rouco sobre la crisis? Pues barbaridades como estas:

En primer lugar, que la avaricia ha llevado "a la búsqueda irresponsable del enriquecimiento rápido" y que para salir de ella debemos "apartarnos de la codicia". He aquí la prueba irrefutable del apoyo de la clerecía al Ejecutivo Rajoy: ¿Acaso no aseguran en el PP que hemos gastado más de lo que teníamos y ahora hay que apretarse el cinturón? Descarado apoyo de la curia a Rajoy.

Y más: el obispo de Madrid asegura que hay que recuperar el espíritu de subsidiariedad, que, dicho así, suena un poco de derechas, por más que sólo sea el principio básico de la Doctrina Social de la Iglesia.

Y la cosa no acaba ahí: el apoyo de don Antonio a don Mariano se deja ver en la crítica a la "cultura del endeudamiento exagerado", es decir, en el apalancamiento: es la codicia por crecer más rápido de lo que corresponde, la obsesión por ser más poderoso en menos tiempo".

Y esto, no lo duden, no deja de ser otra muestra del alineamiento del cardenal Rouco con la política económica del Gobierno Rajoy. Seguro que sí.

Eulogio López

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