Sr. Director:
Según ha subrayado el Papa, "la vida humana sin oración carece de sentido ni referencia" porque la oración es "abrir la existencia al misterio de Dios".

 

Ante miles de peregrinos reunidos en San Pedro, el Pontífice ha destacado que el hombre "en cada oración exprime siempre la verdad de cada criatura humana", que "por un lado experimenta debilidad e indigencia, por lo que pide ayuda al Cielo" y, por otro, "le dota de una extraordinaria dignidad, porque se descubre capaz de entrar en comunión con Dios".

Y es que la oración no es algo que se dé por descontado sino que es necesario aprender a rezar, formarse siempre de nuevo en este arte e incluso también aquellos que están muy avanzados en la vida espiritual sienten la necesidad de aprender a rezar con autenticidad.

Cabe destacar, con palabras del Pontífice, que el hombre reza porque no puede hacer otra cosa que preguntarse cuál sea el sentido de su existencia, que se mantiene oscuro y desesperanzador si no permanece en el misterio de Dios y su diseño del mundo.

La vida humana es un cruce entre el bien y el mal, de sufrimiento inmerecido y de alegría y belleza, que espontáneamente empuja a pedir a Dios esa luz y fuerza interior que ayude sobre la tierra y se abra una esperanza que vaya más allá las fronteras de la muerte.

Jesús D Mez Madrid