• Los suizos aprueban la reinstauración de las cuotas de inmigración, que también se aplicarán a los ciudadanos procedentes de la UE.
  • Schulz avisado de que, entonces, habrá que examinar "el impacto de la limitación del libre movimiento de ciudadanos a otros elementos del mercado interior de la UE" como el libre movimiento de bienes y servicios y de capitales...
Como se sabe, los suizos han aprobado en referéndum y por un estrecho margen la reinstauración de las cuotas de inmigración, que también se aplicarán a los ciudadanos procedentes de la UE. La propuesta ha sido aprobada con un 50,3 por ciento (1.463.954 votos), frente al 49,7 por ciento que la ha rechazado (1.444.438 votos), según datos oficiales, es decir una diferencia de 19.516 votos. La participación ha sido del 56,5 por ciento.



La propuesta "contra la inmigración en masa" busca reintroducir las cuotas de entrada de extranjeros en el país y renegociar con la Unión Europea los términos del acuerdo sobre la libre circulación de personas recogido en Schengen.



La medida afectaría a los hasta 80.000 trabajadores extranjeros -tres cuartas partes de ellos procedentes de países de la Unión Europea- que llegan cada año a Suiza desde la introducción hace 15 años del acuerdo de libre circulación con la UE.



El resultado del referéndum -los suizos todo lo votan- no ha gustado nada a la UE y, en un comunicado, destacó que la medida "va en contra del principio de libre circulación de personas entre la UE y Suiza" pactada en virtud del conocido como Acuerdo de Schengen. Por ello "la Unión examinará las implicaciones de esta iniciativa en las relaciones globales entre la UE y Suiza". "En este contexto, la posición del Consejo Federal (Gobierno suizo) sobre el resultado será igualmente tenido en cuenta", advierte.



Algo parecido ha dicho hoy lunes la UE por boca del presidente de la Eurocámara, Martin Schulz (en la imagen), quien ha admitido que está "decepcionado" por la aprobación del referéndum y ha advertido de su posible impacto para el comercio bilateral dado que es "difícil" limitar la libre circulación de europeos sin restringir también el comercio de bienes y servicios.



Así, Schulz ha avisado de que habrá que examinar "el impacto de la limitación del libre movimiento de ciudadanos a otros elementos del mercado interior de la UE" como el libre movimiento de bienes y servicios y de capitales. "Tenemos que ver. Es difícil limitar el libre movimiento de los ciudadanos y no limitar el libre movimiento de bienes por ejemplo", ha defendido, augurando "muchas negociaciones por delante" con la contraparte suiza.



Es decir, si los suizos limitan los flujos de inmigración, habrá que ver si la UE limita la libre circulación de bienes, servicios y capitales. Algo, esto último, que a los suizos les viene muy bien...



Porque donde las dan, las toman; o no, que diría Mariano.



Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com