• Utilizando a España como paradigma, Lagarde da un giro copernicano y opta por el crecimiento.
  • Sin embargo, en plena asamblea del FMI y el G20, Merkel marca territorio: la prosperidad económica "no puede basarse en el crédito".
  • La directora del FMI aseguró que España "necesita más tiempo" para realizar la consolidación fiscal.
  • Y le secundó el economista del FMI Philip Gerson, quien destacó que España necesita seguir reduciendo su déficit "pero necesita hacerlo a un ritmo gradual".
  • La francesa también se acordó del BCE: es "uno de los que tiene mayor margen de maniobra para apoyar la actividad económica".
  • El G20 analiza las tres velocidades de crecimiento y la creación de empleo.
No hay unanimidad en el seno de la Troika -formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- acerca de lo que hay que hacer para salir de la crisis. Por un lado, Christine Lagarde, directora gerente del FMI (en la imagen), defiende que es necesario apostar por el crecimiento, es decir, por el crédito, y si es fácil, mejor. Como ejemplo de país que ha hecho los ajustes pero que necesita más tiempo para consolidar sus cuentas, la francesa ha puesto a España.

España "necesita más tiempo" para realizar la consolidación fiscal. "Teniendo en cuenta la situación en que está España y el esfuerzo que ha realizado, con una tasa de paro del 25%, es claramente necesaria una consolidación fiscal, pero no vemos la necesidad de realizar un ajuste tan rápido como se había pensado inicialmente", ha afirmado.

Las palabras de Lagarde fueron respaldadas por el economista del FMI Philip Gerson, quien destacó que "ya ha habido un gran ajuste en España en el 2012". Y subrayó que de cara al futuro es "obvio" que España necesita seguir reduciendo su déficit "pero necesita hacerlo a un ritmo gradual", que represente un equilibrio entre la necesidad de reducir la deuda y el déficit y ofrecer un respaldo activo a la economía.

Volvamos a la Troika. En el otro bando está, Berlín, esto es, la CE, liderada por Merkel. En plena asamblea del FMI y del G20, la canciller alemana ha dejado clara su postura en una entrevista publicada este viernes en el diario Bild: la prosperidad de los países europeos no se puede basar en el crédito.

A todo esto, los ministros de Economía y Finanzas del G20 se reúnen este viernes en Washington. Se supone que son los chicos que mandan en el mundo. Así que a ver qué dicen. El encuentro llega en "un momento crítico", en palabras de Lagarde, anfitriona del encuentro.

Según ella, en este momento hay una recuperación a tres velocidades, con los países emergentes a la cabeza, Estados Unidos en un distante segundo lugar y Japón y la zona euro en el vagón de cola, lo cual, a su juicio, no es ni saludable ni suficiente.

También se va a tratar el tema de la creación de empleo. Lagarde dijo este pasado jueves que la actual recuperación en marcha puede no ser lo suficientemente robusta para crear suficientes puestos de trabajo, "lo que en última instancia interesa más a la gente". Sin duda, doña Christine.

Respecto a los bancos centrales, la directora gerente del FMI aseguró que el Banco Central Europeo (BCE) es "uno de los que tiene mayor margen de maniobra para apoyar la actividad económica, aunque le corresponde a él determinar en qué momento podría aprobar una rebaja de los tipos de interés". Pues a ver si el señor Mario Draghi hace caso a Lagarde y se estira un poco.

El G20, formado, recordemos, por la Unión Europea, el G7 (Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Suráfrica, Turquía y Rusia. A ver si alguno de ellos se atreve también a presionar a Alemania y al BCE para que dejen de apretar a los países del sur de Europa...

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com