Asegura el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo (en la imagen), que España votará a favor de la consideración del Estado palestino como observador en Naciones Unidas "por responsabilidad histórica".

Y probablemente sea cierto. Lo mejor es que hay dos Estados en Tierra Santa: Israel y Palestina. Ahora bien, ya hay dos países entre los palestinos: los 'normales' de Cisjordania y los radicales de Gaza. Y está bien de que se repartan moderación y radicalidad, de que unos reclamen y los otros lancen misiles.

Esa es la razón por la que Estados Unidos se niega a apoyar la creación de un Estado palestino con todos los predicamentos. En primer lugar, los palestinos deben reconocer la existencia del Estado de Israel y aceptar unas fronteras comunes. Luego debe renunciar a la violencia. Finalmente, están obligados a aclarar, al igual que los israelíes, el futuro de Jerusalén, porque la ciudad no es sólo patrimonio de judíos y musulmanes, sino también de los cristianos. Curiosamente, Margallo deja aparcada la cuestión jerosolimitana.

Eulogio López

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