Sr. Director:
Durante estos últimos días ha tenido lugar una "cumbre" de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, dedicada a la persecución de los cristianos en el mundo, en ella se ha analizado la "doble moral" de muchos estados democráticos, que defienden la libertad religiosa en los foros internacionales pero muestran "actitudes institucionales" hostiles dentro de sus fronteras. Esto me suena a que pasa en un país que conozco.

 

En la conferencia, que inopinadamente apenas ha tenido eco en los grandes medios de comunicación, el secretario de la Santa Sede para las relaciones con los Estados denunció la visión que identifica la libertad con el relativismo moral, que niega la posibilidad de conocer la verdad.

Y recordando el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Paz, insistió en que la verdadera libertad religiosa incluye el derecho a educar y participar plenamente de las actividades públicas. Pienso que la libertad religiosa, ligada a la libertad de educación, no es un componente marginal de la sociedad sino un verdadero fundamento de la convivencia.

Enric Barrull Casals