El fallecido patrón catalán Pere Duran Farrell lo explicaba muy bien. "En Madrid no nos entienden, porque los catalanes somos muy simples". Creo que tenía toda la razón, aunque yo exceptuaría a la clase política catalana, especialmente, a Convergencia, PSC y ERC, que han manipulado las ansias autonomistas de buena parte de la población catalana y han convertido un objetivo político del que ellos mismos dudan en una revuelta social, bajo el falso mensaje de "España nos roba". Y lo peor es que, a la postre, yo no diría que los catalanes son simples: son unos sentimentales incorregibles y, por ello, fácilmente manipulables.

En paralelo, la gran virtud del catalán, y eso les distingue –y les sitúa en un nivel superior- de vascos o madrileños, es que el catalán no tiene prejuicios. Su gran virtud es saber escuchar. El pueblo catalán, por tanto, es estupendo pero manipulable, o muy manipulable pero digno de admiración.

Ahora bien, simple no es lo contrario de complicado sino de complejo. Se puede ser simple y complicado, eludiendo tanto la sencillez como la complejidad. Los fenómenos y las personas relevantes son sencillos y complejos, mientras que las fruslerías y los cantamañanas suelen resultar tan simplones como complicados. Y todo lo anterior termina en que los catalanes piden la independencia pero no la desean (sería un desastre para Cataluña): lo que desean es que Madrid se la niegue para seguir quejándose. Dicho esto... 

Ya hemos hablado en Hispanidad de la cuenta de Twitter, EPIC (españoles por a Independencia de Cataluña), iniciativa del consultor Antonio Camuñas (en la imagen) censurada hasta cinco veces por unos y por otros. Incluso, grupos independentistas catalanes manipularon la información de Hispanidad y la foto del promotor, al que colocaron una estelada.

¿Y que proponía EPIC Pues una separación de Cataluña de España, como amigos. Nos queremos, pero no nos entendemos, era el lema de la cuenta Twitter creada por Camuñas, así que divorciémonos como buenos amigos. Los partidarios de la unidad forzada de España calificaron a Camuñas de traidor; los independentistas catalanes, los manipuladores, dijeron que olía a chamusquina. Y eso que Camuñas les ahorraba la larga marcha –en efecto quieren que sea larga porque muchos catalanes no creen en la secesión- de un referéndum sobre el derecho a decidir al que se sumaría otro referéndum para la secesión.

Pues bien, EPIC ha sido censurada cinco veces, lo que demuestra que con Twitter y demás redes sociales no hay libertad de expresión, son pasto de los manipuladores de Internet. EPIC no ha podido estar en la red ni el tiempo que permanecen páginas racistas, de maltratadores, nazis, pederastas, etc, etc. Curioso, cuando un estudio de la Universidad de Navarra demostraba el impacto que había tenido entre la mayoría. 

¿Y cuál ha ido lo más comentado de EPIC en Twitter de cara a esa separación amistosa entre España y Cataluña Pues la doble nacionalidad. Con toda lógica, EPIC explicaba que si Cataluña se separa de España cada residente en aquella comunidad autónoma debería elegir si quiere ser catalán o español. Y miren por dónde, la respuesta no es esa: la inmensa mayoría de los partidarios de la independencia del Principado querían mantener la nacionalidad española. Pero oiga, argumentaba Camuñas, ¿no quiere usted independizarse de España Entonces, ¿por qué quiere usted seguir teniendo pasaporte español

Alguno argumentaba: también existe la doble nacionalidad entre Argentina y España. Si, pero eso ocurrió un siglo después de la independencia. Cuando las antigua colonias hispanoamericanas se separan de la Corona española, por supuesto que optan por su propio pasaporte, no por el doble pasaporte del nuevo y el viejo país.

Eso por no hablar de otras muchas cuestiones que fueron surgiendo en EPIC. Por ejemplo, el trasvase del Ebro o el corredor mediterráneo. Es evidente que si Cataluña se separa de España, ésta podría utilizar el agua del Ebro para regar la parte más desértica de la Mancha y Levante. Como es evidente que el corredor del Mediterráneo, que une Francia con Almería (y hasta con Huelva, si nos ponemos) dejaría de resultar atractivo para España, que buscaría la salida a Europa por Irún o por Aragón, aunque resultara vital para Cataluña.

En resumen, Antonio Camuñas ha descubierto el gran engaño secesionista. Insisto: los nacionalistas catalanes no quieren separarse de España, que resultaría una ruina para España y la ruina entera del Principado. Lo que quiere es reclamar la independencia, sentirse independientes... y poder seguir quejándose. Y han engañado a buna parte del pueblo catalán.

Mis felicitaciones a Antonio Camuñas por su doble logro: demostrar uno de los mayores procesos de manipulación que se han dado nunca en España y, al tiempo, poner negro sobre blanco, lo que realmente ocurre en Cataluña, donde las primeras víctimas, son la inmensa mayoría de catalanes de buena fe.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com