A este paso, cuando la economía española se haya recuperado, a lo mejor ya no es recuperable España. Es decir, la economía de los españoles.

España es un país de bajos salarios y muchos impuestos, también muchos impuestos laborales. Los trabajadores y empresarios, sobre todo pequeños empresarios, llevan años perdiendo poder adquisitivo, pero la pérdida más importante de salarios la impuso el Gobierno Rajoy el 1 de enero de 2012, nada más acceder a La Moncloa, con el subidón del IRPF.

Así que el consumo anda deprimido y los empresarios no contratan salvo que resulte estrictamente imprescindible. Rajoy no va a cambiar, pero debería hacerlo. Debería subir los sueldos bajos y bajar los impuestos laborales. Y si no, pues la crisis continuará.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com