Sr. Director:
Ante la condena a varios padres en Alemania a penas de prisión por negarse a que sus hijos asistan a clases de educación sexual, diseñadas con un sesgo intolerable para muchos padres alemanes, por estar impregnadas de ideología de género, que entran en conflicto con las convicciones de la mayoría, mientras, el poder político se aplica a fondo para sofocar la resistencia y restringir el derecho a la objeción de conciencia.

 

A unos padres británicos se les acaba de negar la acogida de un niño por sus convicciones contra el "estilo de vida homosexual", asunto que ha motivado también penas de cárcel en el norte de Europa. En la misma línea liberticida varios Gobiernos intentan restringir el derecho a "no colaborar con el aborto", u obligar a todos a reconocer las uniones homosexuales.

También los planes de estudio (Educación para la ciudadanía en nuestro país, se está amenazando con no tener el graduado ni pasar a bachiller) se modifican para inculcar esta ideología a niños y jóvenes. En definitiva, el poder decide qué está bien y qué está mal, e impone a la fuerza su peculiar ideología. Es lo que muchos empiezan a llamar, entre ellos el Papa, la "dictadura del relativismo".

Jesús D Mez Madrid