La necesidad de financiación ha obligado a emitir en 2010 casi 65.000 millones de euros, un 45% menos que en 2009

 

Se supone que el conocimiento de que España ha emitido menos deuda de la prevista en los mercados y que ha disminuido en un 45% por respecto a 2009 debería ser una buena noticia. Y en cierta manera lo es. La parte negativa es que lo ideal sería que España no tuviera que emitir deuda para financiarse -que en el fondo es lo que hace una familia para salir adelante, es decir, gastar sólo lo que tiene-.

Según los datos que ha ofrecido el Banco de España en la Memoria de la Deuda Pública de 2010, durante ese año España ha tenido una menor necesidad de financiación de la prevista, por lo que sólo ha tenido que emitir 64.147 millones de euros, frente a los 118.881 millones de euros de 2009, es decir un 45% menos.

Pero lo malo es que pese a ese descenso, España ha tenido que emitir deuda, por lo que la deuda total de nuestro país ha crecido un 13,9% en 2010 y deberá hacer frente a ese lastre. Pero tampoco hay que tirarse de los pelos y decir que esto es un desastre. Porque si se compara la deuda española con la de otros países europeos -y que a su vez no están sometidos a la presión de los mercados-, la de nuestro país es bastante pequeña.

Sin embargo, hay que volver a repetir que lo mejor sería no tener que emitir deuda. Pero eso ya sería demasiado.

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com