Por debajo de esa cantidad, nadie acepta quedarse con la entidad, ni Ibercaja, ni BBVA y Santander. Lo malo es que el FROB precia ampliar porque ya tiene comprometidos fondos por encima de su capital. Y Goñi huye hacia adelante ante de que Miguel Sanz deje de ser presidente de Navarra

Durante la reciente visita del presidente-saliente- del BCE, Jean Claude Trichet, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) recibió un varapalo sin precedentes. Y es que a estas alturas el personal cualificado ya no se corta un pelo: la famosa reforma financiera de cajas de ahorro es un desastre de tal calibre que nadie sabe cómo puede acabar. Desde luego, acabará con el sector público -o sea, usted y yo- poniendo más dinero para salvar lo salvable. Vamos que MAFO estaba deseando que terminara aquel viernes 13. El próximo lunes 23 es la fecha límite que el Banco de España se ha impuesto para tomar una decisión sobre todas los problemas pendientes.  

A saber: 2.600 millones de euros para Caixanovagalicia (no, no son siglas), 1.500 millones de euros para CatalunyaCaixa, 500 para Mare Nostrum y 400 para UNNIM. Si unimos lo otorgado a Cajasur y lo que pueda precisar Bankia, más la CAM, de la que ahora hablaré, el asunto se pone crudo. Recuerden que el FROB nació con 9.000 millones de euros ampliables a 90.000 -generosa ampliación, a fe mía-.

Veamos: Santander, BBVA e Ibercaja, las tres entidades más tentadas para hacerse con la CAM, no se atreven a cifrar el agujero real, pero concuerdan en que estará por encima de los 3.000 millones y que podría alcanzar los 6.000 millones. Lo que sí destacan es que la CAM necesita una liquidez total de 7.000 millones de euros, cantidad que, naturalmente, el Banco de España se niega a otorgar, al igual que el sistema de protección de activos por si se encuentran culebras debajo de las alfombras.

Banca Cívica es caso aparte. En su ya tradicional huída hacia adelante, el navarro Enrique Goñi ha acelerado su salida a bolsa y su programa de captación de fondos. La razón es bien sencilla: quiere terminar el proceso o dejarlo todo encomendado hacia su final, antes de que el nuevo Gobierno navarro tome el relevo. El gran apoyo de Goñi ha sido el presidente saliente (UPN) de la Comunidad Foral, Miguel Sanz. Ni socialistas ni pro vascos ni Yolanda Barcina -ni el PP- gustan del que fuera líder de Caja Navarra. Y encima, su primo Antonio Pulido, cuenta con el apoyo del PSOE andaluz, donde no hay autonómicas (aunque sí municipales y la Diputación de Sevilla es vital en Cajasol).

En resumen, todo sigue en el aire y sólo hay algo claro: el Estado tendrá que poner dinero para una reforma de cajas de ahorros que nunca debió iniciarse.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com