Sr. Director:
Gracias al empeño y la tenacidad del cardenal Rouco, España ha sido la sede de la JMJ-2011, un acontecimiento excepcional que acredita sus cualidades como pastor y le confirma como gran hombre de Iglesia.

 

Ha demostrado su capacidad de diálogo con el Gobierno, que ha neutralizado las presiones laicistas, y ha ejercido el liderazgo eclesial sin estridencias. ¿Qué también tiene detractores? Cierto, ¿pero qué gran hombre no los tiene? Pienso que va con la condición humana. Estoy convencido, no obstante, que el éxito ha estado en saberse rodear de personas fieles y eficientes.

Jesús Domingo Martínez