• Pero las empresas aumentan sus beneficios un 7,7%, a costa de puestos de trabajo más precarios.
  • Los indicadores de consumo, demanda, inversión o empleo se moderan respecto al segundo trimestre.
  • La ralentización complica la intención del Gobierno de revisar al alza la previsión de crecimiento.
  • El único sector que ha marchado a buen ritmo en los meses de julio y agosto ha sido el turístico.

El Banco de España (en la imagen) confirma en su boletín de septiembre lo que de algún modo ya había adelantado el ministro Luis de Guindos en la cumbre del G-20 en Australia: que la economía española se puede resentir por el frenazo en la zona euro. El Gobierno, no obstante, insiste en revisar al alza su previsión de PIB para este año, hasta el 1,2%, del próximo (del 1,8% al 2%).

Los datos del Banco de España, sin embargo, reman a contracorriente. La desaceleración de muestra en los indicadores da una pista sobre la recuperación: el consumo, la demanda y la inversión en bienes de equipo (un aviso de que el desempleo subirá en adelante). Peligra, en consecuencia, el ritmo de crecimiento del PIB en el segundo trimestre, que fue del 0,6% en tasa intertrimestral (frente al 0,4% del primero) y del 1,2% en tasa interanual (frente al 0,5% mostrado de enero a marzo). Con el paro sucede lo mismo: moderación en el ritmo de creación de empleo.

En las empresas, la cosa pinta mejor. El resultado neto de las sociedades no financieras ha aumentado un 7,7% en el primer semestre, frente a la caída del 12,6% en ese periodo de 2013.

Vamos por partes. El consumo de las familias se sitúa en julio y agosto en niveles inferiores a los del segundo trimestre, una tendencia que se traslada también al mercado de automóviles, un sector fuerte -gracias a los planes PIVE- que también ciertos signos de desaceleración en esos dos meses. Ídem del lienzo con la inversión en bienes de equipo, cuya "moderación" contrasta con la "expansión" de los últimos trimestres. También en la construcción se observa una "posible ralentización".

El único sector que marcha a buen ritmo es el del turimo, que vive su mejor momento en los meses del verano, tanto en la entrada de visitantes como en el gasto que han hecho. Las entradas han aumentado un 5,9% en julio, y un 8,8% en agosto, y el gasto, un 4,5%. El sector servicios muestra "síntomas de fortaleza", pero no así el industrial, que experimenta una "cierta moderación".

Finalmente, constata el proceso de reducción del déficit público del primer semestre (2,4% del PIB) por la contención del gasto público (menos intereses por la deuda y menos prestaciones sociales) y el aumento en el lado de los ingresos.

Queda el análisis de las empresas. No va mal. El resultado de las sociedades no financieras han aumentado un 7,7% su beneficio neto en el primer semestre (frente a la caída del 12,6% en ese periodo de 2013). El Banco de España constata una recuperación de actividad empresarial, que se mide en la mejora de su situación patrimonial. Han jugado su baza en ese respecto los resultados atípicos porque se han generado fuertes plusvalías por la venta de participaciones y por el incremento en la valoración de los activos financieros.

Las empresas muestran mejores ratios en su endeudamiento en términos interanuales. Mientras sus ingresos financieros descendieron un 3,3% (por menores dividendos), los gastos financieros también se redujeron, un 0,4%.

El Banco de España constata igualmente que ha bajado el ritmo de destrucción de empleo, lo que avanza que el proceso de ajuste, en el que todavía siguen algunas grandes empresas, da los últimos coletazos. Eso sí, crecen los contratos temporales (1,3%) mientras siguen reduciéndose los contratos fijos.  

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com