Que el cine con mensajes alegres y positivos agrada al gran público es algo incuestionable. Precisamente, eso encontrarán en la película francesa Intocable, que viene avalada por los 19 millones de franceses que han ido a verla, y a reírse, en las salas de cine.

Philippe es un aristócrata millonario que lo tiene todo salvo movilidad. Tetrapléjico debido a un accidente de parapente está harto de ser tratado con compasión. Driss es un joven negro que acaba de salir de prisión y no posee nada sino desparpajo. Circunstancialmente, el segundo empieza a trabajar para el primero como cuidador y la experiencia, totalmente demencial, les convierte en… intocables.

Contemplando algunas situaciones cómicas que protagonizan ambos personajes, nadie podría imaginar que Intocable está basada en hechos reales, pero es así. Retrata la amistad que surgió entre Philippe Pozzo di Borgo y su ayudante Abdel, una relación que les redimió a ambos y que se tradujo en un libro titulado Le second soufflé (El segundo aliento, 2001). Sus vivencias engancharon a los directores de la película porque ambos personajes "en situaciones extremas, no pierden su sentido del humor y mantienen el optimismo". Y es que esta comedia humana agridulce, con el cuidador más estrafalario que nunca se vio en pantalla, enlaza argumentalmente con la oscarizada Paseando a Miss Daisy donde seres muy diferentes no sólo acababan entendiéndose sino que, gracias a su amistad, eran capaces de mejorar la vida del otro.

Intocable es tan divertida que, por la frescura y buen humor que destila, se le perdona, incluso, algún toque de brocha gorda, de humor grosero, en su desarrollo.

Para: Los que les gusten las historias de luchadores