Montserrat Gomendio, la secretaria de Estado de Educación, ha estado acertada al recordar que en la huelga general -decretada por la izquierda progre contra la ley de la LOMCE del ministro Wert-, se utilizan las reivindicaciones educativas de padres y alumnos para defender las reivindicaciones educativas de los profesores.

Pero el principal error de imagen del Gobierno en la batalla educativa consiste en permitir que la imagen de todo españolito sea ésta: todos, padres, profesores y alumnos están contra la reforma educativa del PP: unanimidad anti-Wert. Sólo que es falso.

Hasta la propia RTVE, que coordina -más bien descoordina- la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, asegura que la mayoría de las asociaciones de padres de alumnos están contra la reforma. No es verdad.

La asociación mayoritaria de padres es la Confederación Católica de Padres de Familias y Padres de alumnos (CONCAPA) que, aunque mantiene discrepancias con la norma, la apoya y cuyo presidente, Luis Carbonell, se opone a la convocatoria de huelga. ¿De qué mayoría habla la televisión gubernamental Soraya, hija, que no te enteras, que parece que tienes al enemigo dentro.

Los medios estamos dando la impresión de que la huelga es general en el segmento educativo. Mentira. Los colegios concertados (¿por qué nos les llaman privados) apenas se han sumado a la huelga como no lo han hecho las universidades privadas. Claro, son los colegios -sobre todo las universidades- en los que los padres se juegan su dinero y en los que los profesores dedican mayor esfuerzo y tiempo a su trabajo, porque tienen que hacerlo mejor que la pública. Lo hacen por menos dinero que los profes de pública y les resulta mejor y más barato a todos los contribuyentes.

Estamos otra vez ante los complejos del Partido Popular, partido progre de derechas. Mire usted, la Ley Wert es buena en cuanto exige más esfuerzo a los estudiantes. Nada que ver con los vagos que han convocado la huelga o con los sindicatos interesados en seguir derrochando el dinero en la escuela pública: carísima  en dinero, mala de calidad.

Dicho esto: la Ley Wert no garantiza la libertad de los padres para educar a sus hijos como consideren conveniente que no es otra cosa que la libertad de los padres para elegir colegio a sus hijos. Eso sólo lo garantiza el cheque escolar pero a eso no se atreven los timoratos del PP porque saben lo que ocurriría: que la escuela pública, de peor calidad que la privada, se les vendría abajo. No olvidemos la gran mentira de toda esta película: la inmensa mayoría de los padres quieren educar a sus hijos en colegios privados. Sólo el que no puede, les envía la pública. Y con la universidad, antes distinto, ahora comienza a ocurrir exactamente lo mismo.

Pta. La precitada Gomendio también ha dicho que hay que cambiar el modelo de enseñanza, que ahora se basa demasiado en la memoria. ¿Ha bebido esta señora Llevamos una par de generaciones de españoles despreciando la memoria en la escuela... y así nos va.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com