Ha sido una Semana santa muy instructiva y amanece la Pascua con nuevas emociones. Probablemente uno de los ataques más divertidos fue la contramanifestación atea del Jueves Santo, prohibida por la Delegación del Gobierno de Madrid: maldita derecha.

 

En El País, nobleza obliga, nos informan que ni uno solo de los cincuenta contraprocesionales, todos ellos  ateos profesionales, se atrevió "a dar su nombre al redactor de El País". Fíjese: cincuenta censurados en peligro de cárcel o denigración social, perseguidos por un Régimen inquisitorial que ni tan siquiera les permite tocar las narices a los cristianos con unas cuantas blasfemias en mitad de la pasión de Cristo: ¡Malditos burócratas!



Por cierto, su reivindicación principal es la de que ni un euro "de mi dinero" para los curas. Y eso nos lleva, precisamente, a la segunda anticlericalada de la Semana Santa según su nivel de amenidad: la de Javier Clemente, entrenador de fútbol del Sporting de Gijón. Con ese verbo tan clemente que le caracteriza, don Javier la ha tomado con el presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela. Con un análisis profundo de la situación, Clemente ha concluido: "Ese Rouco es un jeta". Tras esta académcia conclusión Clemente ha lanzado su contraataque: "No le pienso dar ni un euro más".

No es que la razón de su enfado sea relevante pero la constato: resulta que la Conferencia es la propietaria de la cadena COPE en cuya plantilla figuran periodistas deportivos críticos con Clemente, lo que demuestra, de entrada, su escasa originalidad: 40 millones de españoles están hartos de las mamonadas de Javier Clemente pero no se dedican a enfadarse con él sino que realizan montajes cómicos en Internet. En cualquier caso, los ateos perseguidos por el Régimen confesional español y don Javier Clemente comparten una misma falsedad: la de que están dando dinero a la Iglesia, cuando es la Iglesia la que les proporciona dinero y ahorro a ellos, los españoles. Es Rouco, quien podría decir: "Señores ateos, señor Clemente: me he cansado de sus críticas".



A partir de ahora no les voy a ahorrar a sus hijos el coste reducido de los colegios religiosos concertados gracias a los cuales los colegios estatales pueden ser prácticamente gratuitos. No sólo eso, a partir de ahora ustedes pagarán más a la hora de visitar todo el patrimonio artístico que salvaguarda la Iglesia, así como más impuestos municipales para pagar los comedores y albergues de caridad mantenidos con la limosnas de los católicos. Y, naturalmente, dado que Clemente se considera católico, le cobraremos las gracias espirituales que, por muy espirituales que sean, son trasmitidas a través de los sacramentos por unos señores llamados curas, que también comen, Clemente la próxima vez que pises una Iglesia o acudas a una procesión, nada de gratis total: a pagar por ello. 

Pero no sólo ateos y clementinos han puesto su granito de arena en esta Semana Santa. La televisión también ha puesto su granito de arena en esta noble tarea de fastidiar al católico. Por ejemplo, esa muestra viva de pluralismo que es Radio Televisión Española (es tan plural que se divide entre progresistas librepensadores y progres incendiatemplos) nos informa a través de su Canal 24 horas que el canto gregoriano "se ha desligado de toda creencia". Lo cual no está nada mal, considerando que el tal canto gregoriano recita, preferentemente, salmos bíblicos y otras alabanzas a Cristo. Pero, al parecer, ha perdido todo su sentido sacro para convertirse en manifestación artística, que es lo mismito que se pretende, fíjense por dónde, con la Semana Santa en RTVE, donde siempre aparece el turista que acude a las procesiones porque constituyen una "manifestación cultural y artística". El hecho de que el protagonista sea un hombre que se dice Dios y que se deja clavar en una cruz para redimir al hombre es una cuestión menor que no interesa a RTVE.

Pero me asombra el asunto del gregoriano y me quedo a verlo. Esto promete, me digo a mí mismo. Al final, resulta que la tal desacralización consiste en que hay grupo de laicos, y hasta laicas, que cantan gregorianos, es decir, los mismos salmos y las mismas alabanzas a Cristo de siempre… en el Festival de Música Sacra de Cuenca.

Y esto es bello e instructivo: he aquí como RTVE ha desacralizado la Semana Santa y el mismísimo gregoriano… "desligado de toda creencia". Y es que para los comecuras, desacralizar consiste en desclericalizar, quizás porque no hay nada más clericaloide que un comecuras.      

En el entretanto, el segundo canal de televisión española nos sorprende con un muy elaborado -es decir, caro- documental sobre el arrebatamiento. ¿Que qué puñetas es el arrebatamiento? Eso mismo me preguntaba yo. Pues, al parecer, consiste en la disparatada teoría de una disparatada vidente –de cuyo nombre no es que no quiera acordarme, es que, de hecho, no me acuerdo- según la cual, mismamente antes del fin del mundo las almas de los elegidos serán "arrebatadas" al Cielo, de ahí su astuto nombre. O sea, que será la segunda, y última, arrebatada.

Ni que decir tiene que el televisivo montaje está tejido con reverendos -y, lo que es más importante, reverendas-, teólogos y teólogas, protestantes, que ponen en serias dudas la teoría de la susodicha. Y tienen razón; yo no lo pongo en duda, porque no tengo duda alguna de que se trata de una  solemne chorrada. Solemne, pero chorrada. Tan tonta como los argumentos elegidos por las teólogas progres así como por los reverendos negros –si son reverendos y no reverendas, al menos que sean de raza negra; si son blancos serían telepredicadores fascistas- que a costa de negar la tontuna del segundo arrebatamiento, acaban negando el Credo de los apóstoles, es decir, aquello de "y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos y su reino no tendrá fin".

Por supuesto como el Vaticano se ha negado a participar en la farsa, el guionista nos asegura que existe una congregación vaticana que está a punto de concluir como los reverendos y reverendas progres: que el arrebatamiento es mentira. Naturalmente, no se citan fuentes romanas y, naturalmente, el Vaticano se dedica a estudiar herejías, no tontunas.

Y toda esto en Domingo de Resurrección, la fiesta más importante del Cristianismo. Pero la Semana Santa 2012 ha dado para mucho, muchísimo más. Naturalmente no podían faltar ni los políticos ni los sodomitas: dos colectivos que mantienen una misma tendencia paranoica.

Pero de ello hablaremos mañana.

Eulogio López



eulogio@hispanidad.com