Sr. Director:



En una actuación de "Gila" y como homenaje a este gran cómico en el aniversario de su muerte, se reproducía uno de sus "gags".

 

En él, Gila aseguraba que tenía una fórmula para descubrir al culpable. Exponía que pasando delante del presunto culpable, decía: "alguien ha matado a alguien" y así un día tras otro día, hasta que el malhechor cansado y abatido por el atosigamiento, confesaba la culpa por quitárselo de encima de una vez por todas.

Parece que Gil Lázaro (diputado del PP) está utilizando la misma técnica con P. Rubalcaba y el chivatazo a ETA en el caso Faisán. Pero por mucho que Gil Lázaro, al más puro estilo de Gila, se ha convertido en una suerte de paladín individual, que ha mantenido el Faisán vivo en el Parlamento un miércoles tras otro. La verdad es que la técnica no le ha dado el mismo resultado que al finado humorista, q.e.p.d.

Por otra parte, Rubalcaba dice que no habría "Caso Faisán" si él no hubiera sido ministro del Interior y el candidato del PSOE a la Presidencia, tal vez tenga razón, puesto que para hacerlas y negarlas se las pinta solo, y ha añadido más, que el caso Faisán "no tiene ninguna relevancia desde el punto de vista de la política antiterrorista". En cambio, Rosa Díez (UPyD), que algo sabe de ETA, denuncia que el Caso Faisán inhabilita a Rubalcaba y a Camacho para seguir en sus cargos.

También en círculos periodísticos se rumorea que puede haber una responsabilidad política en este tipo de hechos, como los hubo en el GAL, casos que queman a la gente mandada mientras sus jefes se suelen salvaguardar. Ejemplo de lo indicado es el caso del procesamiento por parte del juez Ruz a la cúpula policial del hasta hace poco ministro del Interior, P. Rubalcaba. Mientras tanto el candidato tira pelotas fuera, como si la cosa no fuera con él.

¿No será que Rubalcaba es un hueso que ni el más sabueso Gil (Gila) es capaz de roer?

Pedro J. Piqueras Ibáñez