• Tras tirar los bloques al mar para impedir la pesca, encima, el Reino Unido protesta por las colas para salir de Gibraltar.
  • Los pescadores de La Línea piden a Gibraltar que retire los bloques de hormigón porque 'han perjudicado notablemente las tareas de pesca'.
  • España estudia tomar medidas y denunciar ante la UE los posibles daños medioambientales que podrían estar provocando estas prácticas por parte de las autoridades gibraltareñas.
El Gobierno español ha respondido al lanzamiento de bloques de hormigón por parte del Gobierno de Gibraltar a la Bahía de Algeciras (Cádiz) con retenciones en la verja; aunque, lógicamente, no lo ha hecho de manera oficial, sino muy diplomáticamente. Y es una idea estupenda para que el ministro principal Fabián Picardo deje de perjudicar a los pescadores españoles y deje de hacer lo que le viene en gana con las aguas de la Bahía, que según el Tratado de Utrecht no le pertenecen.

Y es que las retenciones en la verja que separa Gibraltar con La Línea de la Concepción (Cádiz) han llegado hasta las siete horas en las últimas fechas, cuando la Guardia Civil se ha dedicado a inspeccionar a los vehículos. La actuación de la guardia civil se inició el pasado viernes, justo después de la decisión del Ejecutivo de Fabián Picardo de llevar a cabo el lanzamiento al mar de 75 bloques de hormigón, con la excusa de construir arrecifes artificiales.

Y la táctica ha surtido efecto. Porque hasta el ministro de Exteriores británico, William Hague, ha protestado. Pero la respuesta de José Manuel García-Margallo no ha podido ser más diplomática, según publicaba hoy La Razón: España tiene la "obligación" de hacer controles en la verja que delimita Gibraltar -como los realizados el pasado fin de semana-para velar por el cumplimiento de las normativas europea y española y ha asegurado que se harán siempre que se considere "necesario".

Según indicaron fuentes diplomáticas a La Razón, España está estudiando tomar medidas y denunciar ante la Unión Europea los posibles daños medioambientales que podrían estar provocando estas prácticas por parte de las autoridades gibraltareñas que, además, van contra las actividades tradicionales de la pesca española.  
De hecho, hoy los pescadores de la Bahía de Algeciras (Cádiz) han pedido al Gobierno de Gibraltar, a través de un escrito, que "retire los bloques de hormigón" que recientemente ha lanzado a la zona del caladero en la que suelen faenar.

Según el patrón mayor de la cofradía de pescadores de La Línea, Leoncio Fernández, "esto está cada vez peor" y, por ello, espera que "Gibraltar retire los bloques de hormigón" que han "perjudicado notablemente las tareas de pesca" de los barcos que acuden a faenar a las aguas que rodean el Peñón, porque espantan la pesca y, además, rompen las redes de los buques pesqueros.

Picardo quiere apropiarse de las aguas de la bahía de Algeciras como si fueran suyas. Eso, después de que Gibraltar haya construido un aeropuerto ganando terreno al mar, cosa también ilegal.

Así que hace bien el Gobierno español en pararle los pies. Y haría mejor en cerrar la verja, como desde Hispanidad hemos sugerido en varias ocasiones, para recordarle al Reino Unido que la Roca es hoy en día la única colonia de un país miembro de la Unión Europea en otro país socio. Algo anacrónico y que seguramente a los británicos  -gran pueblo, por otra parte-  no les gustaría ver en sus islas...

Siempre se puede utilizar el punto del Tratado de Utrecht que permite su devolución a España. Lo que pasa es que a Picardo le daría un síncope.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com