Sr. Director:
Ni lo uno ni lo otro. De Heidelberg a Fraport se va en tren y no supone un problema.

 

O en coche por unas autopistas sin límite de velocidad en la mayoría de sus tramos.

Los alemanes viajan mucho y cien kilómetros no tienen importancia. Otra cosa es el meganomalismo patrio. Aquí los aeropuertos son empresas privadas que tienen soporte político.

Pero su gestión es muy diferente y pienso que en ese punto está el éxito.

Yo desde Hamburgo, si quiero, tengo todos los días un vuelo a Mallorca. Y los alemanes como locos a ver el sol, y tomar tapas. O como mi vecina que se derrite cuando se va de vacaciones a Mallorca.

O viajes a Suiza a esquiar y miles de ejemplos más. Yo no me veo a gente de Salamanca volando a Mallorca de vacaciones como los alemanes. Tampoco veo una red de trenes con unas tarifas y unas redes viales como los alemanas. Luego la gestión y la mentalidad es el problema.

El secreto no está en vuelos tipo Ryanair, sino en poder vender paquetes de vacaciones a Mallorca, Canarias, Italia, Alpes, Pirineos, y demás rutas.

F. Corvinos