Sr. Director:

Al recientemente nombrado rector de la Universidad Complutense de Madrid, José Carrillo (hijo del histórico dirigente comunista Santiago Carrillo), con la de problemas que tiene la universidad, a dicho rector no se le ha ocurrido otra cosa que hacer un monumento a las Brigadas Internacionales de Stalin.

 

Una vez más volvemos al pasado. Para los que no lo sepan, según los historiadores, José Stalin fue uno de los peores asesinos de la Historia.

¿Ha caído el telón de acero? ¿Ha desaparecido la Unión Soviética?

Yo pensaba que ese monumento lo iba a inaugurar el Sr. Carrillo en la universidad de La Habana (Cuba) o en Pyongyang (Corea del Norte). Pero no, ha sido aquí, en Madrid.

Alumnos de la Universidad Complutense, os invito a que cantemos junto a nuestro rector la Internacional, perdón, el Gaudeamus igitur. "Alegrémonos pues" de tenerlo como rector. Siempre en la universidad ha existido la sabiduría, aunque hay sus excepciones.

Para no perder la costumbre, porque siempre la cabra tira al monte, en la inauguración se cantó la Internacional, y se gritaron consignas contra doña Esperanza Aguirre.

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