La compañía que preside Salvador Gabarró ha realizado un gran esfuerzo para reducir su apalancamiento, pero no basta

Asegura estar en vísperas de un acuerdo con Sonatrach.

Unos resultados muy sosos, los del primer trimestre del año en Gas Natural Fenosa. Una compañía en la que los márgenes del negocio se deterioran muy ligeramente y donde los problemas van a venir por la evolución del precio de los suministros y la subida de tipos de interés. Lo mejor: está reduciendo el volumen de su pasivo a corto plazo significativamente (16,5%) y reduciendo también, de paso, potenciales problemas de liquidez, dado que las expectativas es que este tipo de problemas se agudizarán en el futuro, que por algo el BCE, aunque ha mantenido tipos el jueves, amenaza con nuevas subidas.

El esfuerzo del equipo de gestión se ha centrado en reducir deuda, pero se nota el peso de las desinversiones en la capacidad de generación de recursos. Y a pesar de ello (caída del 13%), la deuda total se sitúa por encima de los 18.000 millones de euros.

En definitiva, la estructura de negocio de GNF va por buen camino, pero la deuda provocada por la compra de Fenosa a Florentino Pérez pesa como una losa.  

Eso sí, el equipo directivo asegura estar en vísperas de un acuerdo con los argelinos de Sonatrach. Sería todo un alivio.

Eulogio Löpez
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