Sr. Director:
Cuando actúa la estrella del espectáculo el foco fija su luz en ella, siguiendo en todo momento sus evoluciones porque es el objeto central que ha reunido allí al público.

Sería absurdo que el operador del foco estuviera todo el tiempo mostrando éste o aquel detalle, olvidando lo principal.

Se viene desde hace años apagando paulatinamente las luces de la Navidad, sustituyéndolas por otras que poco o nada dicen del motivo central de la fiesta. Así, hemos visto cómo en locales comerciales en lugar de adornos que recuerdan la Navidad ponen amorfos reclamos de atención, mientras que en sus fachadas las imágenes que representan el motivo de la fiesta son sustituidas por enigmáticos adornos luminosos, lo mismo que sucede en nuestras calles.

La gran mayoría de la población española se manifiesta católica, sea por tradición o convicción, y es nuestro derecho exigir al poder político y al comercial que, con la modestia que exige un período de crisis, las luces y adornos recuerden que las fiestas de estos días están  centralizadas en recordar el nacimiento del Mesías.

Amparo Tos Boix