En primer lugar, gracias a todos los lectores de Hispanidad que han aportado dinero en la cuenta Barclays Bank SAE: 0065-0036-71-0001089147. Es la cuenta abierta para recaudar fondos con los que el juez Fernando Ferrín pueda sobrevivir a la campaña que en su contra han tejido la progresía socialista que controla el Poder judicial y la progresía popular que controla el Ministerio de Justicia, es decir, el señor Gallardón, progre de derechas (en la imagen).

Balance: en esta tercera cuestación necesitamos conseguir 29.000 euros. Ya hemos recaudado casi 22.000. Por tanto, nos quedan, tan sólo 7.000 euros. Con ello completaremos -a través de las tres cuestaciones realizadas- los casi 100.000 euros que le han venido reclamando el CGPJ, Justicia y Hacienda. Más no podían hacerle: le han inhabilitado como juez por 10 años, le han obligado a indemnizar a las dos lesbianas que le denunciaron, le han prohibido trabajar en todos aquellos trabajos incompatibles con el de juez. Ventajas de la inhabilitación: no cobra como juez, tienes que devolver lo cobrado con intereses pero mantienes las incompatibilidades laborales de un juez -que son todas-. Además, pago de costas y de la precitada indemnización a las denunciantes.

Le han dado hasta el 5 de mayo para abonar todo lo que adeuda. Si no, procederán al embargo de sus bienes, que no son otros que la residencia familiar (Ferrín está casado y tiene siete hijos, ninguno independizado), tras denegarle el ministro Gallardón el indulto. Precisamente Gallardón, el indultador de conductores suicidas amigos del PP y de enemigos potencialmente peligrosos -que en breve indultará a Baltasar Garzón- (se admiten apuestas). No será don Alberto, oficiante de homomonios, quien se resista a las presiones del lobby gay que es quien ha machacado a Ferrín, ni a la de aquellos que, como Garzón, tiene apoyos políticos y mediáticos que podrán dificultar la carrera política de don Alberto.

Quien quiera saber los pormenores del caso Ferrín, uno de los más vergonzosos de nuestra democracia, puede seguir su libro, donde cuenta el pudrimiento, no sólo de PP y PSOE, sino de nuestro aparato judicial.

En pocas palabras, Ferrín fue condeando por "retrasar" la adopción de una niña de cinco años por dos lesbianas. Ojo, Ferrín era juez, por tanto, no podía inventarse la ley, tenía que aplicarla. Ahora bien, sin desviarse de ese deber como juzgador intentó lo mejor para la niña, solicitando informes de peritos -¡Ay!, los expertos peritos- en busca de lo mejor para la pequeña. ¿Podía permitirse Nunca jamás. No sólo las lesbianas se salieron con la suya sino que Ferrín fue fusilado (civilmente, pero fusilado).

Hoy, siete años después, la niña vuelve a estar con su madre biológica porque, como era de esperar, su pareja adoptante y ella se han divorciado. Pero Ferrín ya está frito.

¿Qué esperaban Las cosas no pasan porque sí, y si la homosexualidad es una deslealtad con la creación, lo lógico, es que dos 'cónyuges' homosexuales sean desleales el uno al otro. No puede haber entrega erótica ni procreación entre dos personas del mismo sexo, pero puede haber cabezonería sensual, eso sí. Ahora bien, las cabezonadas son tan fieras como transitorias. Y por eso, los divorcios entre los gays son casi más numerosos que los homomonios y las infidelidades mucho más numerosas que las perseverancias. Insisto, ¿acaso esperaban otra cosa

Pero Fernando Ferrín hizo lo que muchos no nos atrevemos a hacer: ser coherentes hasta el final. Es la cristofobia quien ha masacrado a Ferrín, ciertamente, pero a los cristófobos y al lobby gay no le hubiera preocupado su caso si este juez de Murcia no hubiera sido un ejemplo de coherencia, como juez y como cristiano. Recuerden que el martirio actual se llama coherencia

Por eso es tan importante apoyar a Ferrín, con la oración y con el bolsillo: porque es un ejemplo de coherencia. Les pido un último esfuerzo: merece la pena.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com