• Era una de las cuestiones que el actual Ceo afeaba a Falcones.
  • La quiebra de Alpine ha quemado a dos directivos: José Mayor y Alejandro Tuya.
  • El derrumbe de la cotización de FCC provoca tensiones de liquidez en el accionista de referencia, B-1998.
  • Por cierto, en medio del follón Alpine, la Fundación Madrid Vivo ha nombrado presidenta a Esther Koplowitz, como reconocimiento a su apoyo a la JMJ celebrada en la capital de España.

La quiebra de Alpine tiene varias consecuencias. La primera es que el actual Ceo de FCC, Juan Béjar (en la imagen), va a renovar de arriba a abajo el control interno de las filiales. Está claro, no se puede repetir el desmadre de la compañía austríaca. Fue una de las cuestiones que Béjar echaba en cara a su predecesor, Baldomero Falcones.

El futuro de Alpine pasa por el troceo. De hecho, a las pocas horas del anuncio de la filial, la constructora Porr mostró su interés por la parte austríaca de Alpine dedicada a la construcción.

En los planes de Porr no entran las filiales de Alpine en otros países ni los dedicados a otros negocios, como por ejemplo, las energías renovables.

En cualquier caso, el tema Austria está definitivamente cerrado para FCC, aunque se ha cobrado dos víctimas: José Mayor y Alejandro Tuya.

El primero -hermano de eurodiputado Jaime Mayor Oreja-, era el presidente de FCC Construcción hasta que a primeros de marzo abandonó el grupo tras una remodelación de la cúpula directiva. Y es que en 2012 la empresa registró pérdidas de 1.028 millones de euros, los peores resultados de su historia. Pérdidas en las que mucho tuvo que ver la filial Alpine.

Vamos con Alejandro Tuya. Asumió totalmente el mando de Alpine en octubre de 2012, tras la salida de Johannes Dotter, con quien, hasta ese momento, compartía la gestión de la compañía. Sin embargo, ante los desmadres e injerencias del ex propietario de la filial, Dietmar Aluta, en marzo de este año abandonó la empresa.

Otra consecuencia importante de la quiebra de Alpine: el derrumbe de la cotización, que provoca tensiones de liquidez en el accionista mayoritario, B-1998. ¿Por qué Por la razón habitual en estos casos: el aval del apalancamiento son las propias acciones.

Por eso, no sería de extrañar que Esther Koplowitz redujera su participación en B-1998 (tiene el 43%), o bien que diera entrada a nuevos socios. Lo peor es que reducir su participación en la propia FCC no resultaría muy positivo porque los títulos no atraviesan su mejor momento.

Por cierto, en pleno follón Alpine, Esther Koplowitz ha sido nombrada este jueves presidenta de la Fundación Madrid Vivo, como reconocimiento a su apoyo a la JMJ que se celebró en la capital de nuestro país en verano de 2011. Lo cierto es que tanto FCC como OHL fueron las únicas constructoras que decidieron colaborar activamente en el encuentro construyendo, por ejemplo, el escenario de Cuatro Vientos.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com