• Argumenta que sólo dispone de 500.000 euros de liquidez.
  • El fondo de inversión, propietario del grupo turístico, maneja 81.100 millones de dólares.
  • Y encima, Hacienda, a la que Orizonia debe 20 millones de euros, tiene preferencia de cobro sobre los trabajadores.
  • El ERE de la empresa afecta a 2.329 personas.
  • La compañía se ha comprometido a presentar el concurso de acreedores el día 18 de marzo.
  • Según los sindicatos, "los jueces depurarán responsabilidades y esto puede acabar como lo de Marsans".
  • Los representantes de Carlyle sostienen que ellos no tienen ninguna culpa del cierre del grupo turístico.
  • Los sindicatos consideran intolerable que se hayan podido vender derechos de cobro a terceros.

El grupo Carlyle, una firma de fondos de inversión de capital, que administra fondos por más de $81.100 millones de dólares, no puede garantizar que consiga hacer frente al pago de la nómina de marzo de los trabajadores de Orizonia.  Así se lo ha hecho saber a Hispanidad fuentes sindicales, y así funcionan este tipo de  fondos internacionales, que en el caso de Carlyle tiene como lema " invierte sabiamente y crea valor".

Sólo tienen 500.000 euros de liquidez para Orizonia, como han comunicado a los representantes de los trabajadores, en la reunión en la que se comprometieron a presentar el concurso de acreedores para el próximo día 18 de marzo.

Los representantes de los trabajadores manifestaron su indignación, y han argumentado que la legislación establece un derecho de cobro preferente de los 30 primeros días de nómina, aunque lógicamente sólo se produciría el abono si existiese liquidez para afrontarlo. Han argumentado así mismo que les consta que se han producido venta de derechos de cobro, aunque ignoran concretamente a qué empresas.

En la reunión quedó constituida la mesa del ERE, cuyo plazo de negociaciones caducará el día 7 de abril, y dadas las circunstancias, la negociación comenzará con la empresa, pero terminará con los administradores concursales. Los sindicatos se reunirán con los jueces de Palma con el fin de afianzar todos los pasos que se están llevando a cabo. Según Alfredo Herranz, responsable de servicios turísticos de UGT, el representante de Carlyle en la reunión hizo una exposición cronológica de los hechos "que era tremenda, ellos no tenían la culpa de nada. Se culpabilizaba a todo y a todos menos a ellos". Confía Herranz en que el juez de lo mercantil tomará cartas en el asunto y "depurará responsabilidades. Esto puede acabar como Marsans a corto o medio plazo".

Sostiene Herranz que "es muy triste que una compañía se vaya al traste por no haber querido buscar los tres millones que le faltaban para pagar el BSP de diez millones  a IATA". Hay que decir también que tenía 650 millones de euros de deuda acumulada, pero en opinión de los sindicatos el fondo no ha perdido dinero con su incursión en España.

Son conscientes los sindicatos del cruce de acusaciones que se están lanzando todas las partes implicadas en la larga historia de Orizonia. Que si Globalia pudo salvar la compañía y prefirió dejar que se hundiera tras el compromiso previo de compra, para quedarse con los hoteles Luabay,  que si la culpa la tiene la CNC, que a su vez se defiende acusando a Globalia de no haber presentado los papeles con las suficiente rapidez… "A nosotros eso no nos vale de nada. Tenemos que focalizar en Carlyle, que es el grupo propietario de Orizonia", afirma Herranz.  

Los sindicatos han exigido que se acredite toda la información sobre qué se ha vendido, a quién y con qué importes; asimismo, han manifestado que informarán al juez de todas estas operaciones y confían en que el juzgado legitime su reivindicación de que se invaliden todas estas operaciones, que a juicio de los trabajadores pertenecen a ingenierías financieras, que aunque pudieran estar enmascaradas de legalidad, les producen total indignación por su oscurantismo.

Sara Olivo
sara@hispanidad.com