Con un objetivo tan bonito como conocer cómo viven la fe cristianos de pueblos alejados de Asia, Sudamérica o Africa, dos amigos franceses, Gabriel y Charles, se embarcaron durante un año en una atrevida aventura a bordo de dos bicicletas muy singulares que, en algunos momentos, sustituyeron por canoas o por ir a pie…

Érase una fe es un meritorio documental que pone rostro a cristianos de firmes convicciones que viven sus creencias en condiciones adversas, incluso peligrosas. De alguna forma sitúa delante de la cámara a personas olvidadas a las que suele prestar su apoyo la ONG "Ayuda a La Iglesia Necesitada".

A lo largo de la aventura de Gabriel y Charles conocemos a un hombre que perdió a su familia en un atentado en Nepal y ha perdonado a los asesinos; vemos el estado en que quedó una iglesia en Orissa (India) tras un ataque fundamentalista; comprobaremos "in situ" cómo en países como Iraq o Argelia convertirse al cristianismo lleva aparejada la pena de muerte…

Pierre Barneiras, el director de este documental, ha manifestado que siempre quiso hacer una película sobre persecuciones a los cristianos. Su trabajo no es redondo, se extiende en ocasiones en cuestiones anecdóticas y no ahonda en temas de calado que ningún periodista dejaríamos escapar, pero todos estos pequeños fallos se minimizan ante los testimonios que vemos en pantalla…

Que Érase una fe impacta se demuestra en que uno de los jóvenes aventureros, Gabriel, ingresó en el Seminario tras regresar de su viaje.

Para: Todos aquellos interesados en constatar el ejemplo que dan los cristianos del Tercer Mundo