El partido socialista logra mayoría absoluta en la Asamblea Nacional: 307 de los 577 escañosY en Francia, 'the winner is...': la abstención, con el 44% del electorado, que batió un récord histórico. Este podría ser el titular de la segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas, donde, por otra parte y según los resultados definitivos, el Partido Socialista y sus aliados han conseguido 307 escaños en la Asamblea Nacional francesa.

Por tanto, los socialistas del presidente François Hollande han logrado 18 escaños más de los 289 necesarios para la mayoría absoluta en la Cámara Baja, compuesta por 577 miembros. Por su parte, la formación DVG, que aglutina a pequeños partidos de izquierda, obtuvo 22 escaños (5 más que en 2007), mientras que los radicales de izquierda lograron 12 (4 más que en 2007), lo que suma para el PS y sus socios un total de 307 escaños. Eso sí: la socialista Ségolène Royal fue derrotada en la Rochelle.

El partido de derechas UMP sufrió ayer un importante castigo al pasar de 320 a 194 escaños, al igual que en las elecciones presidenciales del pasado 6 de mayo. Uno de los mayores ascensos lo registraron los ecologistas de EELV, que pasarán de 12 a 16 diputados. También regresará al Parlamento con dos diputados el ultraderechista Frente Nacional, que no tenía presencia en la Cámara desde 1986. Sin embargo, su líder, Marine Le Pen, no consiguió su escaño por Hénin-Beumont. E, igualmente, se produjo el retroceso del centrista Mo dem, que logra dos diputados y sufre la derrota de su líder, François Bayrou, parlamentario desde hace 25 años.

En este momento, los socialistas franceses controlan la Asamblea Nacional, el Senado, el Elíseo y Matignon, residencias del presidente y del primer ministro, respectivamente, además de casi todas las regiones y las principales ciudades del país, algo nunca visto en la izquierda durante la V República. Así que François Hollande lo tiene todo a favor para impulsar una "reorientación de Europa hacia el empleo y el crecimiento", como dijo él.

"Con estos resultados, el Gobierno podrá actuar con eficacia", afirmó anoche el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, quien reconoció que la tarea que hay por delante es "inmensa". "Nada será fácil", advirtió. Por ejemplo, van a empezar por aumentar los impuestos a las grandes corporaciones, en particular los bancos y las compañías energéticas. Según el ministro del Interior, Manuel Valls, el Gobierno no tiene tiempo que perder para poner en marcha las reformas prometidas en campaña. "Tenemos que ordenar las finanzas de este país, para así poder alcanzar un presupuesto equilibrado en 2017, y al mismo tiempo que se persiguen nuestras prioridades en términos de crecimiento, empleo, educación y seguridad".

Andrés Velázquez
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