Sr. Director:
Pienso que el Gobierno de Passos Coelho merece el elogio por la determinación con que puso en marcha las medidas para reflotar una economía que recibió lastrada del gobierno anterior.

De ahí que no se entienda la irresponsable sentencia del Constitucional, que con el argumento de restituir la igualdad de todos los trabajadores ha puesto en peligro la recuperación del país.

El Ejecutivo portugués no tiene otro camino que el ya emprendido, y que no es diferente al español: recortar el gasto público, cuadrar las cuentas y estimular el empleo. Tal vez quepa esperar que en el próximo Ecofín se estudien las condiciones del préstamo de 78.000 millones que recibió.  Esta es una nueva ocasión para que la Comisión y el FMI revisen su política con respecto a este país.

Pedro García