El Gobierno regula el precio y provoca que las empresas del sector tengan pérdidas millonarias

 

Es la energía de los pobres porque el Ejecutivo obliga a ello.

La nueva subida del precio de la bombona de butano no contenta a nadie, ni a consumidores, ni a operadores. Los primeros porque deben pagar cerca de 70 céntimos más. Los segundos porque por cada bombona están perdiendo tres euros.

La bombona de butano se ha considerado siempre como la energía de los pobres. Sin embargo, desde la Asociación Española de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (AOGLP), su director general, José Luis Blanco, ha manifestado a Hispanidad.com que "es así porque el Gobierno obliga a serlo". Y es que desde hace 18 meses el precio de la bombona está marcado por una fórmula que se revisa trimestralmente y que ha obligado a los vendedores a fijar el precio -a partir de la última revisión de abril, costará 14 euros-.

Sin embargo, desde la AOGLP se critica esta medida duramente ya que supone cuantiosas pérdidas para el sector. A los operadores cada bombona les cuesta 17 euros, por lo que ahora pierden 3 euros por bombona, o lo que es lo mismo 500.000 euros diarios y 500 millones en los últimos diez años. Es lo podría venir a ser el déficit tarifario, pero en el campo de la bombona, y con la diferencia con respecto a las eléctricas, que este déficit no se va a recuperar.

Claro está que una subida de este tipo sería electoralmente muy negativa ya que ocho millones de clientes se surten de esa fuente de energía. Pero si sigue así, llegará un día en que este tipo de energía se acabe eliminando por la imposibilidad de asumir su coste por parte de los operadores.

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com