Sr. Director:
En el País Vasco no estamos todos. Nos faltan muchos. En las últimas décadas entre 200.000 y 300.000 vascos, aproximadamente el 15% de la población, ha tenido que abandonar la comunidad debido a la violencia de ETA.

Y es que ETA no quería sólo matar sino también intimidar y cambiar el panorama sociológico vasco, expulsando a los no nacionalistas. Que los exiliados por la violencia de ETA puedan votar en nuestras elecciones es una primera medida de justicia histórica para los que han sufrido el acoso etarra.

Pero debería irse más allá y facilitarse con ayudas el retorno efectivo de esos miles de exiliados. Que el PNV, gran beneficiado durante años de la presión etarra sobre PP y PSOE, se oponga a estas medidas de justicia es muy lamentable. Algunos se empeñan en seguir recogiendo las nueces del árbol que otros tanto han agitado.

Carmen B. Pérez