Hombres del tiempo, presentadores de deportes, tertulianos, divulgadores científicos. Y no es sólo que periodistas y comunicadores famosos se hayan metido a hombres-anuncio, es que lo hacen a renglón seguido de emitir su noticia.

Se ha convertido en habitual en las televisiones y radios, y cualquier día veremos un editorial de prensa o de Internet, donde, tras un profundo análisis sobre la salvación del euro nos explicarán las propiedades nutritivas del Colacao. O a lo peor la noticia consiste en hablar del Colacao y la propaganda en vender las excelencias de Mario Draghi. Lo mismo da: al final el periodista pierde su crédito, es decir, lo pierde todo.

Comprendo que los medios atraviesan una crisis económica terminal pero hay fronteras que no se deben traspasar si no se quiere convertir el concurso de acreedores en quiebra. Y no sólo porque se desvirtúe la información sino porque se desvirtúa la publicidad.

En cualquier caso, la información no es la que está en crisis sino la publicidad: nadie se la cree. El periodista debe informar: si se mete a hombre anuncio destrozará a ambos.

Eulogio López

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