• El Santo Padre pide a judíos, cristianos y musulmanes: "Respetémonos y amémonos los unos a los otros como hermanos y hermanas; aprendamos a comprender el dolor del otro".
  • Ha visitado la Explanada de las Mezquitas y el Muro de las Lamentaciones.
  • Además, el Pontífice ha rezado en el memorial de Yad Vashem. 
El Papa Francisco, de viaje en Tierra Santa, Israel, ha lanzado una mensaje muy destacable: ha exigido que nadie utilice el nombre de Dios para justificar la violencia. Para ello, ha destacado la figura de Abrahán como ejemplo, pues las tres religiones monoteístas que le reconocen como padre de la fe y ejemplo a imitar "si bien de manera diferente".

"Que nadie instrumentalice el nombre de Dios para la violencia. Trabajemos juntos por la justicia y por la paz", ha dicho el Pontífice en la explanada de las Mezquitas, lugar santo para los musulmanes.

Francisco, que concluyó su discurso con la palabra paz en árabe -¡Salam!-, aseguró: "Nunca podemos considerarnos autosuficientes, dueños de nuestra vida; no podemos limitarnos a quedarnos encerrados, seguros de nuestras convicciones. Ante el misterio de Dios, todos somos pobres, sentimos que tenemos que estar siempre dispuestos a salir de nosotros mismos, dóciles a la llamada que Dios nos hace, abiertos al futuro que Él quiere construir para nosotros".

Además, el Papa pidió a judíos, cristianos y musulmanes: "Queridos hermanos, queridos amigos, desde este lugar santo lanzo un vehemente llamamiento a todas las personas y comunidades que se reconocen en Abrahán: respetémonos y amémonos los unos a los otros como hermanos y hermanas. Aprendamos a comprender el dolor del otro".

Respecto a los lugares que ha visitado este lunes figura la explanada de las Mezquitas, tercer lugar más sagrado del Islam, que se alza sobre el lugar en el que los judíos sitúan el templo y que es el corazón del conflicto en Oriente Medio.

De ahí, ha visitado el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado del Judaísmo, situado en el corazón del casco viejo de Jerusalén, al que se acercó para dejar una oración, como ya hicieran sus dos predecesores, san Juan Pablo II y Benedicto XVI.

El Papa Francisco se ha convertido también en el primer pontífice en visitar y depositar flores ante la tumba del fundador del sionismo y padre de la idea del estado de Israel, Theodor Herzl.

Y en su visita al memorial de Yad Vashem -institución oficial israelí constituida en memoria de las víctimas del Holocausto perpretado por los nazis-, ha señalado: "Acuérdate de nosotros (Señor) en tu misericordia. Danos la gracia de avergonzarnos de lo que, como hombres, hemos sido capaces de hacer, de avergonzarnos de esta máxima idolatría, de haber despreciado y destruido nuestra carne, esa carne que tú modelaste del barro, que tú vivificaste con tu aliento de vida". Igualmente, ha realizado una inesperada parada en el lugar dedicado a la memoria de las víctimas israelíes del terrorismo.

El Santo Padre y el presidente de Israel, Simon Peres han salido a los jardines del Palacio Presidencial de Jerusalén para plantar juntos el olivo de la paz. Allí han podido dar un pequeño paseo por los jardines, mientras el presidente le explicaba algunos detalles del lugar a Francisco.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com