Titula en su edición del viernes que "los jueces  (en Holanda) absuelven al islamófobo Geert Wilders"

 

Con el caso de la profanación de la capilla de Somosaguas, simplemente calificó el hecho de "incidente", pese a que los participantes profirieron insultos contra la Iglesia o portaron imágenes del Papa con una cruz gamada.

La absolución del político holandés Geert Wilders en el juicio contra él por incitación al odio y discriminación de los musulmanes por sus ataques al Islam no ha sentado bien en el diario El País que califica al político como islamófobo. No quiero meterme a juzgar si Wilders es realmente o no islamófobo o si con sus palabras incitaba al odio. Lo que me llama la atención es que ante sus palabras se haya creado una vitola de racista o islamófobo y por ello se le critique desde el diario del grupo PRISA.

Y sobre todo, por la diferencia de trato que reciben quienes realizan esas mismas declaraciones y muestras de fobia, pero no hacia el Islam, sino hacia la Iglesia Católica. Se podrían llamar cristianofobia. Sin embargo, en el diario El País, a raíz de los hechos sucedidos con la profanación de la capilla de la Universidad Complutense, simplemente hablaba de incidentes, recogía las palabras de los miembros de la asociación Contrapoder, en los que se decía en sus titulares "no fui a la capilla pero apoyo lo que hicieron".

Parece ser que ofender a una religión está muy mal visto, sobre todo porque no debe poner la otra mejilla; pero atacar a la Iglesia es gratis. Quizás cambiarían las cosas si el trato a quienes atacan a la religión fuera el mismo y si se tilda a alguien de islamófobo, también se haga de cristianófobo, sin reírle las gracias ni darle palmaditas en la espalda.

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com