Si se reforma la constitución habría que hacerlo a fondo. No basta un déficit menor, hay que aspirar al superávit. Libia: Occidente le está regalando el orbe musulmán a los fundamentalistas islámicos. Estados Unidos tiene miedo. Así funciona una madre de alquiler: si no se respeta la vida, tampoco la muerte

No hacía falta reformar la Constitución para reducir el tamaño del Estado y el despilfarro de los gobernantes, bastaba con una ley de límite de gasto. Elevar a rango constitucional esa medida económica revela que la clase política no confía en su propia responsabilidad ni en la de sus colegas –por ejemplo, los presidentes de las comunidades autónomas, ni tampoco en sus correligionarios, ni en los alcaldes. Son como esos adictos al sexo –en este caso, adictos a gastar el dinero de los ciudadanos- que piden que les controlen otros por la fuerza.

Eso sí, si se reforma la constitución habría que hacerlo a fondo. Aprovechar la oportunidad para regenerar el país: limitación de mandatos en cargos púbicos, reducción de los salarios de los políticos, listas abiertas. Sistema más proporcional e incluso la reforma sálica, que SAR Felipe de Borbón y su esposa, doña Letizia Ortíz, no quiere afrontar ahora porque su hermana Elena podría, con toda razón, reivindicar el Trono.

Por otra parte, el acuerdo se queda corto. Se aplica a largo plazo, no se concreta la cifra, aunque se supone que se pretendía un déficit del 0,4% del PIB, lo cual resulta claramente insuficiente. No hay que aspirar a reducir el déficit, sino a alcanzar el superávit, dado que la deuda pública empleada para financiar ese déficit ya nos come por los pinreles.

Por lo demás, gran desilusión con los nacionalistas catalanes en general y con su portavoz parlamentario, el político más popular de España, Durán Lleida, en particular. Para una vez que PSOE y PP pactan una medida que coincide con los planteamientos de la coalición nacionalista y democristiana catalana ahora resulta que no les gusta porque, aunque acuerdan lo que CIU lleva reclamando desde hace dos años, se trata de una decisión que "Madrid impone" a toda España. Esto es, que el Parlamento español impone a Cataluña. ¡Qué cosas!

A Durán hay que recordarle, como a todos los diputados nacionalistas o de partidos regionales, que cobran en el Congreso para defender, no a una comunidad autónoma, sino a todos los españoles, dado que promulgan leyes que obligan tanto a catalanes como a extremeños, andaluces o canarios. Los diputados de la Cámara no representan a su circunscripción: representan a todos los españoles porque imponen sus normas a todos los españoles.

Si recortar el déficit fiscal es bueno lo es para todos y si es malo lo mismo, independientemente de quién tome la medida.

Ninguna desilusión con otros nacionalistas, por ejemplo, el PNV. Sólo están en el Congreso para defender lo suyo.

Libia: si no se respeta a los cristianos no habrá primavera árabe

Occidente no se atreve con los regímenes fundamentalistas islámicos -especialmente con Irán y araba Saudí- y ha fracasado en Afganistán e Iraq, pero sí con aquellas dictaduras que, al menos, presentaban a los cristianos, siendo el cristianismo la esencia del mundo libre.  

Los líderes occidentales, comenzando por Barack Obama y continuando por Ángela Merkel y Nicolás Sarkozy, están tan ciegos que tiran piedras contra su propio tejado. Han derribado a Gadafi –quien permitía el culto católico aunque bajo mínimos- y no conocen quienes le va a relevar. Derribaron a Mubarak –otro permisivo- y le han sustituido fundamentalistas islámicos de la saga Hermanos Musulmanes. Nadie sabe lo que va a pasar en Siria, con un tirano como Bachar el Asad, un dictador que al menos semirespetaba la libertad religiosa. Nadie sabe lo que va a ocurrir en Túnez y Yemen y, ahora que lo de Libia comienza a tocar a su fin, a Occidente le surge otro callo en Argelia, donde el terrorismo islámico vuelve al atentado suicida, su seña de identidad favorita. ¿Bombardearemos Argelia?

Occidente está regalando el mundo musulmán a los integristas y se vanaglorian de ello. No lo duden: sin respeto a los cristianos no habrá primavera árabe.

Se trata de tumbar tiranos, sí, pero siempre que se tenga preparado el relevo democrático, como asegura, en La Razón, el viñetista Esteban. De otra forma estamos saliendo del fuego para caer de bruces en las brasas.

Estados Unidos tiene miedo

El miedo tiene poco que ver con el objeto que lo provoca sino con el sujeto que lo sufre. Estados Unidos, líder del mundo libre, ha sufrido catástrofes naturales y artificiales mucho más importantes que el huracán Irene pero, desde el 11-S de 2001, tiene miedo al miedo. Obama se ha enrocado sobre sí mismo, pendiente de no pasar a la historia como uno de los pocos presidentes no reelegidos. Y así, está perdiendo el liderazgo mundial.

Obama es un progresista, es decir, un personaje que se guía por el "abajo los curas y arriba las faldas". Y, a partir de ahí, ya podemos dedicarnos a aumentar nuestra fortuna.

Se parece mucho a Zapatero. Por ejemplo, si hay crisis económica, ambos se refugian en la protección del rico, es decir, de los mercados financieros. Nada de promocionar la creatividad del pequeño propietario. No es de extrañar que la crisis económica actual, por financiera, afecte a Occidente, antaño motor del mundo, y no a los emergentes, aunque un cristiano no pueda aprobar el modelo de los emergentes, especialmente el de China la mayor tiranía del mundo, cuy crecimiento económico se basa en la explotación de sus ciudadanos.

El reciente terremoto sobre la costa Oeste o el huracán Irene son dos muestras de ese miedo que azota al paradigma occidental, al gigante norteamericano. Pero las catástrofes naturales nunca tumbarán a un país fiel a su herencia cristiana. El problema no es que caiga el capitalismo –eso hasta podría resultar maravilloso- el problema es ue caiga el cristianismo occidental, motor de libertad y justicia social en todo el planeta. Occidente nunca perderá la batalla frente al panteísmo oriental, salvo que se renuncie a sus esencias, al Cristianismo. Es decir, salvo que se suicide. Eso es, precisamente, lo que intenta Obama.

Estados Unidos tiene miedo al miedo, por eso camina en dirección opuesta a la necesaria para su resurgimiento.    

Así funciona una madre de alquiler. Si no se respeta la vida, tampoco la muerte

"Percibir la fuerza misteriosa de la vida". Eso es lo que aconseja el obispo de Huelva, José Vilaplana, una vez que la Junta de Andalucía, ha decidido, por motivos humanitarios, naturalmente, desconectar a la anciana de 90 años, Ramona Estévez, para que muera de hambre y de sed… pues de eso se trata.

No va a ser Ramona quien decida, sino otra, dentro de esa obsesión de los eutanásicos de decidir en nombre de otro. Decidir por otro y, en suma, decidir, como recordaba Benedicto XVI, quien tiene derecho a vivir y quien no. O sea, el "seréis como dioses".

La raíz del aborto y la eutanasia es la misma: no confían en la vida y pretenden decidir por ella.

Y con el desprecio por la vida llega el desprecio por la muerte y, con ambos. La cosificación de la persona. Insisto en que no divago, hablo de lo mismo. No se pierdan esto: me llega una conversación grabada, y elevada a la red, con una mujer que ofrece su cuerpo para ser madre de alquiler: http://www.youtube.com/watch?v=KqEwMEYjMVg&feature=youtube_gdata_player. Impresionante.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com