La Encuesta de Población Activa (EPA) sitúa el número de desempleados en 4.910.000 personas

 

En el primer trimestre del año la tasa del paro alcanzó al 21,3% de la población activa.

Los ministros de nuestro Gobierno son profetas y como ya anunciaron el jueves la ministra de Economía, Elena Salgado, y el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, el paro no va a llegar a los cinco millones de personas. La insinuación ofendía.

Y tienen razón. No ha alcanzado los cinco millones. El paro se ha quedado en 4.910.200 personas sin trabajo. Está claro que la diferencia es abismal. El primer trimestre del año ha sido pésimo para la ocupación y ha descendido en 256.500 personas, de manera que ahora hay 18,15 millones de trabajadores. En este trimestre el paro ha aumentado en 213.500.

La razón que justifica estas cifras es el hecho de que la Semana Santa se sitúa plenamente en el segundo trimestre, por lo que desde el Gobierno, por boca del secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, espera que los datos mejoren en el segundo trimestre, así como en la segunda mitad del año. Lo que no está muy claro es que unas fiestas de quince días son las que solucionen estos números.

Lo que sí está claro es que la tasa de paro se ha situado en el 21,29% por el aumento del desempleo, pero también por la reducción de la población activa en un 0,19%.

La evolución ha afectado de manera indiscriminada a hombres y mujeres (150.700 frente a 105.800), a españoles y extranjeros (178.500 frente a 78.000). Eso sí, como viene siendo habitual, los jóvenes han sido los más afectados con un descenso en la ocupación de 200.000 personas.

Desde el Gobierno se afirma que la Reforma Laboral aprobada el año pasado está dando sus frutos y como muestra el hecho de que los nuevos contratos se hayan multiplicado. Pero que tras medio año, el desempleo sigue creciendo, por mucho que los nuevos contratos progresen, no es para lanzar campanas al vuelo y afirmar que la reforma laboral da sus frutos. Si se hace una reforma se supone que es para que se genere más empleo, sino, es papel mojado.

Juan María Piñero

juanmaria@hispanidad.com