• José Manuel Soria se enroca: la reforma energética está bloqueada.
  • Y Mariano Rajoy se impacienta.
  • El director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal, cabrea a todo el gabinete.
  • Antes del 25-M no se puede tocar la termosolar (Andalucía) ni el carbón (Asturias). ¿Y después? Parece que tampoco.

El ministro de Industria, y Energía. José Manuel Soria, ha decidido encerrarse a estudiar energía. Y no es para menos: la reforma energética se retrasa 'sine die', porque las cuentas, sencillamente, no salen. Tras las subastas de anteayer, el 1 de abril primera cita con los precios, la tarifa de la luz podría subir no más que entre un 2 y 3%. Pero naturalmente el problema no es ese: el problema es que para subsanar un déficit de tarifa como el actual el coste de la luz para el ciudadano debería encarecerse en un 40%.

Y es que cuando el PP llegó al poder el ministro Soria, poco ducho en esta lides, dejó hacer a Álvaro Nadal, el director de la Oficina Económica de Moncloa. Nadal lo tenía muy claro: las eléctricas ganan mucho dinero y lo mejor es una quita en el déficit de tarifa titulizado. Las eléctricas contestaron que se verían en los tribunales.

Pero es que, además, ni con eso saldrían las cuentas. Las cuentas sólo salen si se reducen las subvenciones al carbón nacional y sobre todo, al Régimen Especial, la carísima energía verde, una broma que en 2011 nos salió por cerca de 7.000 millones de euros, que en 2012 los superará y que en 2013, si nadie corta la sangría, nos saldrá por 8.800 millones de euros.

La verdad es que a estas alturas, Álvaro Nadal ha conseguido cabrear a Mariano Rajoy, a Soria y hasta su propio mentor, el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. Y es que todos se han dado cuenta de que la solución Nadal no era posible. Ahora, ha perdido tres meses y una oportunidad para incluir la reforma energética durante los primeros 100 días de Gobierno.

No se puede suprimir las estaciones de termosolar preasignadas antes de las elecciones andaluzas –la mayoría de esta estaciones están en el sur, y son propiedad de los subvencionados Abengoa, Acciona y ACS. No se puede suprimir las ayudas al carbón nacional, porque hay elecciones en Asturias. Ahora bien, lo malo es que la reforma ha entrado en un paréntesis en el que tampoco es posible tomar medias porque no se sabe qué medidas tomar.

A lo que ya ha renunciado es a la propuesta de Álvaro Nadal de exigirles una quita a la eléctrica. Se entiende que el Estado les obligó a titulizar y que una quita resultaría un abuso.

Y ojo, porque no es posible solucionar las desastrosas medidas de apoyo a la carísima energía verde sin reducir o anular las primas a las renovables, es decir, sin estropeares el negocio de sopa boba a empresarios influyentes como los March, Florentino Pérez, los Benjumea o los Entrecanales.

En el sector eléctrico la expectación es máxima. Acusan al gobierno de autismo, porque hasta ahora los contactos han sido políticos, pero no técnicos.

Y mientras el déficit continúa creciendo. La reforma energética puede ser el primer gran fracaso del Gobierno popular. Y Mariano Rajoy se impacienta.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com