El déficit del Estado se reduce un 11,5 % en los ocho primeros meses del año pero sube el interés de las emisiones a corto plazo

 

El Ministerio de Economía y Hacienda nos ha contado este martes que el déficit del Estado ha caído un 11,5 % en los ocho primeros meses del año en comparación con la cifra del mismo periodo del año anterior. En este momento, España sufre un déficit de 30.867 millones de euros -el 2,8 % del Producto Interior Bruto (PIB)- como resultado de ingresar 68.324 millones de euros pero gastar 99.191 millones.

Los ingresos no financieros totales acumulados hasta el mes de agosto ascendieron a 112.872 millones de euros, un 1,9% más que los 110.742 millones obtenidos en el  mismo periodo de 2010. Los ingresos impositivos, que representan el 92% del total, alcanzaron, los 103.842 millones, lo que supone también un aumento del 2,1%. Dentro de estos últimos, la recaudación por impuestos directos se elevó a 56.968 millones de euros, un 2,9% más que en 2010; mientras que los impuestos indirectos crecieron un 1,1% tras recaudar 46.874 millones durante los ocho primeros meses de 2011. El resto de los ingresos no financieros reportó 9.030 millones de euros, según datos del Ministerio de Economía.

Y precisamente hoy, cuando se anuncia ese descenso del déficit, la deuda española a corto plazo volvía a pagar unos elevados intereses. En concreto, ha logrado vender 3.225 millones de euros -una auténtica burrada- en letras a tres y seis meses aunque no ha conseguido vender el máximo previsto de 3.500 millones de euros. Además, los intereses han sido superiores a los de la última subasta: en letras a tres meses ha vendido 1.604,1 millones de euros con un tipo marginal de 1,749%, por encima del 1,388% de las subasta anterior; mientras que en letras a seis meses se adjudicaron finalmente 1.621 millones de euros, con un tipo marginal también superior a la última operación: del 2,219% al 2,730% de hoy.

Esto quiere decir que los inversores siguen haciendo negocio con España, aunque el déficit disminuya. Y poco a poco nos vamos endeudando cada vez más, para goce y regocijo de tiburones como el especulador en la City de Londres, Alessio Rastani, que ayer dijo en la BBC: "Yo soy un inversor. Si veo la oportunidad de ganar dinero, voy con ello, es decir, a la mayoría de los inversores no les importa cómo se va a arreglar la economía, cómo se va arreglar toda esta situación. Nuestro trabajo es hacer dinero. He soñado con este momento durante 3 años. He de confesar que cuando me voy a la cama cada noche, sueño con otra recesión, sueño con un momento como este".

España es una de sus víctimas...

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com