• Eso sobre un total de déficit de tarifa de 3.454 millones de euros hasta noviembre pero que podría subir en diciembre.
  • En paralelo, el PP ha retrasado el nuevo decreto de renovables a la espera de la sentencia del Supremo.
  • Y resulta que el Supremo le ha dado la razón.
  • Pese a todo, los especuladores norteamericanos siguen erre que erre: España es un país con inseguridad jurídica.
  • Convicción en el sector de que el recorte a las subvenciones a la energía verde se ha quedado muy corto.

Que en España seguimos siendo muy verdes está claro. Y si no, miren el dato publicado por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC): de enero a noviembre de 2013 las primas a las renovables ascendieron a 8.776 millones de euros. Efectivamente, es un 4,3% menos de lo previsto -las plantas fotovoltaicas alcanzaron el máximo de horas con derecho a prima- pero estarán conmigo en que 8.776 millones de euros sigue siendo una barbaridad.

Eso sobre un total de déficit de tarifa de 3.454 millones de euros, también hasta noviembre. Y sí, son 1.027 millones menos que en octubre, pero volverán a coincidir conmigo en que es una barbaridad. En todo caso, cuidado, porque podría subir en diciembre.

Al mismo tiempo, el Gobierno ha esperado la sentencia del Tribunal Supremo (TS) sobre los recortes a las primas a la fotovoltaica aplicados por el ex ministro Miguel Sebastián. Sentencia que se ha conocido este lunes y que aprueba esos recortes de 740 millones de euros anuales entre 2011 y 2013. El TS considera, además, que el recorte "no se revela contrario a los principios de seguridad jurídica y protección de la confianza legítima".

En este sentido, los titulares de las instalaciones fotovoltaicas "no tienen un derecho inmodificable a que se mantenga inalterado el régimen económico que regula la percepción de sus retribuciones", afirma la sentencia.


Aún no sabemos si el nuevo embajador, James Costos, seguirá el mismo camino que su antecesor

Pese a todo, los especuladores norteamericanos -los fondos que invirtieron en renovables por las suculentas subvenciones- continúan con su campaña contra nuestro país asegurando que no existe seguridad jurídica. Como ya hemos contado en estas líneas, el ex embajador norteamericano en España, Alan Solomont, jugó un papel crucial en las presiones de estos fondos al Ejecutivo Rajoy. Por cierto, aún no sabemos si el nuevo embajador, James Costos, seguirá el mismo camino que su antecesor. Se lo contaremos.

En cualquier caso, en el sector están convencidos de que el recorte a la energía verde de José Manuel Soria (en la imagen), ministro de Industria, se ha quedado muy corto. Su mayor error fue no eliminar el prerregistro de las plantas termosolares, una tecnología que muchos países aún están experimentando pero que aquí -sobre todo la Triple A (Abengoa, ACS y Acciona)- hemos convertido en industria.

Claro que con ayudas públicas (carísimas). Mantener ese prerregistro implica que esas plantas ya han pasado al registro y gozarán de unas primas que en dos años superarán en mucho a las recibidas por las fotovoltaicas. Otra barbaridad.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com