• Con tal de que la titularidad sea privada para que no compute como deuda pública, se va a endeudar mucho más allá de lo que aconseja la prudencia bancaria.
  • Al final del proceso, como recuerda el presidente del Sabadell, aflorará como déficit público.
  • Y lo más importante: no está nada claro que vaya a suponer una rebaja de los precios de las viviendas.

Al final, los porcentajes de descuento que aplicará SAREB, el 'banco malo' con dinero público o 'banco peor', coinciden casi a la pela con las provisiones que los reales decretos leyes 2 y 18 de 2012, conocidos como Guindos 1 y Guindos 2 exigían a las entidades. Luego hubo, como en El Padrino, un Guindos 3 (RD -ley 24/2012), que también como en El Padrino, era peor. Esto, ¿qué quiere decir?: pues que ya en febrero, cuando se publicó el primer Real Decreto, se conocían las valoraciones que iban a resultar ahora en octubre para incorporar los dañados al 'banco malo'. O eso, o a la vista de Guindos 3, que dichas valoraciones resultaron altas.

Guindos 1 y 2 parece que lo único que querían era que las entidades liquidaran sus activos dañados, hicieran caja y aclarasen cuál era su verdadera situación. Muy loable. Como no es posible valorar dichos activos, obligó a las entidades a hacerlo con fuerte descuento (provisiones) en el convencimiento de que el mercado valoraba a mejor precio y, en tal caso, a las entidades les interesaría vender. Y he aquí que se encontró con que no: el mercado valoró todavía en menos. Se erró en el cálculo de los deterioros de los activos dañados. Así, se aprobó Guindos 3 que creó el 'banco peor'. Banco que al final va a terminar comprando a las entidades con problemas sus activos dañados al valor contable resultante de provisionar lo que  Guindos 1 y 2 mandaban, ergo: no hay compradores privados a esos valores contables. El mejor comprador, como siempre, el Estado.

Ahora, el Estado quiere que le entre en el banco peor dinero privado. Necesita poco: algo más de la mitad del 8% de los 90.000 millones de euros que le ha puesto de límite a dicho banco. Es decir: si el capital privado le pone 4.000 millones de euros en forma de capital -el 55% que decía este lunes el presidente del FROB, Fernando Restoy (en la imagen)-, el Estado pondrá 3.200 millones de euros, también en forma de capital y por el 45% restante. A continuación se endeuda al SAREB en lo que falta hasta 90.000 millones de euros (el 92% que no es capital), es decir, 82.800 millones de euros. ¡Y no computa como deuda pública porque la mayoría del capital es privado!

Los responsables del SAREB aseguraban este lunes que esta entidad obtendrá una rentabilidad sobre recursos propios (decían ellos: ROE como gusta decir en mercado), y este martes un banquero -el presidente del Sabadell, Josep Oliú- ha solicitado para entrar en el accionariado, entre el 16% y el 17%. ¡El acuerdo está claro que está hecho! Por un punto más o menos, no se discute: se cede. Sin embargo, el banquero que esto decía tenía claro que, se contabilice como se contabilice, el SAREB es un ente público, sus pérdidas son déficit, su deuda es pública (porque al final el Estado la garantizará cuando en los primeros años contabilice pérdidas) y los capitales privados deben remunerarse al 16%-17%.

Respecto de vender los activos dañados: poco a poco. En quince años está bien. No vaya a ser que se caiga el mercado y el valor de los activos de los bancos buenos.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com