• Primero, fueron a por las cajas de ahorros -el PSOE con el apoyo del PP-, ahora a por las cooperativas de crédito -el PP con el apoyo del PSOE-. Al parecer, odian lo pequeño.
  • Y ambos partidos atacan por la misma vía: obligarles a fusionarse porque son pequeñas.
  • Pero ya con las cajas aprendimos que las fusiones no alivian sino que destrozan a las entidades.
  • Eso sí: MAFO lo intentó con Cajamar; Linde quiere apoyarse en el Banco Cooperativo Español.
  • Además, cada día que pasa, Cajamar tiene menos de cooperativa y más de banco.
  • ¿Y qué piensan los interesados No les gusta. Y sus cifras actuales no son malas.

El Banco de España, que con los socialistas ya se cargó las cajas de ahorros, quiere ahora cargarse las cajas rurales, es decir, las cooperativas de crédito.

Con el mismo método. El PSOE, con Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) (en la imagen junto al actual gobernador Luis María Linde) como gobernador del Banco de España, se cargó las cajas de ahorros y las convirtió en bancos con el argumento de que las entidades pequeñas no tienen cabida en los nuevos mercados financieros. Naturalmente, las fusiones sólo sirvieron para destrozar a un sector en parte ya tocado por la normativa del Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS) así como, en algún caso, por su excesiva politización. El caso de Bankia es sintomático: se pretendió fusionar siete cajas de ahorros y, naturalmente, acabó en banco nacionalizado.

Ahora, el gobernador del PP, Luis María Linde, pretende recuperar el proceso para terminar con todas las cajas rurales. Ya lo intentó MAFO: se trataba de fusionar todas las rurales en una sola. Sólo que MAFO quería hacerlo a través de Caja Madrid, líder del sector. Lo malo es que Cajamar, producto de una cascada de fusión, ha dejado de ser líder. Hoy es más un banco que una cooperativa pero, sobre todo, tanta absorción, han debilitado su balance.

No, Linde quiere que sea el alicaído Banco Cooperativo Español quien se convierta en una CECA operativa, pero siempre como embrión de un gran banco cooperativo futuro, donde se diluyan las marcas de cajas rurales. Donde, en suma, desaparezcan el cooperativismo financiero.

Conclusión: el Gobierno socialista se cargó a las cajas de ahorros -con el apoyo del PP- y ahora el Gobierno popular quiere cargarse las cooperativas de crédito, con el apoyo del PSOE. Al parecer a los dos grandes partidos les molesta todo aquello que sea grande.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com