Competirá en segunda vuelta contra el candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed MursiEn Egipto, los Hermanos Musulmanes han asegurado hoy viernes que su candidato a la Presidencia, Mohamed Mursi, ha ganado la primera vuelta de las elecciones presidenciales, celebrada el miércoles y el jueves de esta semana, y competirá con el ex primer ministro Ahmed Shafiq, en la segunda vuelta, prevista para el próximo mes de junio.

Los votos correspondientes a 12.800 de los 13.100 colegios electorales otorgan el 25 por ciento de los votos a Mursi, el 23% a Shafiq -último primer ministro del derrocado presidente Hosni Mubarak-, el 20% al islamista Abdel Moneim Abol Fotuh y el 19% al izquierdista Hamdeen Sabahy.

¿Pero quién es Mohamed Mursi?

Diversas informaciones lo caracterizan con un perfil bajo: perfecto funcionario de los Hermanos Musulmanes, soso, sin carisma, fue incluido a última hora como candidato -por descalificación del anterior- y por eso los egipcios lo llaman "rueda de recambio". Es el hombre del aparato de los Hermanos Musulmanes. Su única baza es la fuerza movilizadora de su partido, que le presenta como guardián de la fe, incluso más que el otro candidato islamista, Abdelmoneim Abul Futuh. Por eso, ha utilizado mucho eslóganes como 'el Corán es nuestra Constitución, la sharia [ley islámica] nuestra guía'.

Por su parte, el otro candidato a la Presidencia de Egipto, Ahmed Shafiq, es un general retirado, un expiloto de combate que fue el último primer ministro de la época de Hosni Mubarak. Por eso, su principal baza es atraer los votos de los nostálgicos del antiguo régimen. Según algunas informaciones, además de los nostálgicos de Mubarak, Shafiq despierta simpatías entre la minoría cristiana, que supone un 10% de los 85 millones de egipcios, por su discurso moderado en el que defiende los derechos de todos los ciudadanos y el miedo al avance de los islamistas. En su programa, defiende un "Egipto para todos" y entre sus prioridades están la justicia social y restablecer la seguridad del país, que confía en recuperar en 24 horas, si es elegido presidente.

Desde luego, según explica Fernando José Vaquero Oroquieta en su libro 'La ruta del odio', los Hermanos Musulmanes egipcios forman parte de las llamadas escuelas 'reformistas' islámicas, es decir, aquellas que afirman que "sólo la aplicación estricta de la 'sharia' garantiza el orden moral de la comunidad de los creyentes".

Y añade Vaquero: "Todos los reformistas propugnan un Estado islámico, es decir, gobernado por la 'sharia' que, al tener su origen en la revelación divina, no puede ser ni desarrollada ni cambiada: sencillamente, hay que aplicarla, pues debe ser aceptada sin crítica. La 'sharia' es, en consecuencia, infalible, afirman los islamistas". Además, "la 'sharia' o ley islámica regula el conjunto de actividades públicas y privadas de todo musulmán", afirma el escritor.

A juzgar por estas palabras, si gana el islamista Mohamed Mursi, a los cristianos egipcios ya saben lo que les espera: falta de libertades y obligación de asumir la sharia en público y en privado. Así que su esperanza se llama  Ahmed Shafiq, aunque provenga de un régimen autoritario.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com