Sr. Director:
El primer contagio de Ébola fuera de África, que se ha producido en España, el miedo y los intereses políticos, es una noticia preocupante ante la que es legítimo demandar información y solicitar que se investigue todo lo que sea preciso para saber si se ha aplicado el protocolo previsto, si se ha cometido algún error, y consecuentemente poder aplicar medidas para que no vuelva a ocurrir.

Lo que no es de recibo, de eso estoy convencido, es entrar en una espiral de alarmismo azuzada por algunos sectores sociales y políticos, que pueda meter a la población en una situación de pánico injustificado.

Mucho menos aún, mirarlo todo con anteojeras políticas y exigir desde el primer minuto dimisiones o cuestionar a la ministra sobre si se arrepiente de la repatriación de los misioneros infectados.

J. D.