Sr. Director:
El deterioro de la moral y la ética en detrimento de su "variedad", acompañado irónicamente del hipercebado del propio consumismo, han esquilmado otras buenas actitudes y procederes, pilares de nuestras ancestrales culturas.

El antojismo y el hedonismo que se practica a todas las escalas de la sociedad actual dejan cada vez menos hueco a cualquier dolor, padecimiento o mal trago. El aumento de la tasa de suicidios en estos difíciles tiempos se debe, además de por la existencia de situaciones concretas muy complicadas, a la falta del sentimiento de sacrificio y responsabilidad, sobre todo hacia la familia a la que se abandona en el peor momento y se destroza para siempre.

A veces hay decisiones antecedentes realmente desafortunadas que derrumban vidas, pero sin el egoísmo y las carencias morales patentes en nuestra sociedad, ese desprendimiento hay quienes lo viven como purificador y antes que marcharse realizan heroicidades beneficiosas para la humanidad o difíciles reconversiones espirituales que los lanzan más lejos, cuanto más hondo estuvieran.

Javier Blasco Sendra