• Rusia no cesa y concluirá esta semana el proceso legal para la adhesión de Crimea, según su canciller Lavrov.
  • Además, el Gobierno ruso prevé medidas para apoyar a la región moldava de Transnistria (pro-rusa).
  • Merkel amenaza con nuevas sanciones a Moscú y afirma que no habrá más reuniones del G-8.
  • Por su parte, el Gobierno español cumplirá con las sanciones a Rusia que decida la UE, aunque supongan "un sacrificio". 
Los católicos en Crimea viven con miedo y preocupación tras el "referéndum" con el que la población de la península indicó su voluntad de separarse del país para pasar a formar parte de la Federación rusa. Desde hace días, según los medios católicos locales, varios sacerdotes y obispos, la mayor parte de rito oriental, han recibido invitaciones por parte de las fuerzas filo-rusas para abandonar la región, informa Vatican Insider.

Hay fuerte preocupación también por el aumento de la tensión en Crimea y en otras regiones y provincias ucranianas, según indicó el obispo de Odessa-Simferópoli, mons. Bronislav Biernacki. Y hace un par de días el sacerdote Mykola Kvych, de Sebastópol, fue secuestrado y puesto en libertad después de algunas horas, acusado de formar parte de los grupos que han organizado revueltas. Evidentemente ha recibido también "invitaciones" para abandonar Crimea.

Los jesuitas de Ucrania también critican las medidas de Rusia. El superior general David Nazar, en una intervención publicada en la revista italiana "Popoli", habló de una «invasión claramente ilegal». Pero, según su opinión, el de Putin, «a final de cuentas, no es un acto de agresión, sino de miedo».

Aunque, a juzgar por la actitud de Putin, iniciando el proceso para anexionarse Crimea, no parece que tenga mucho miedo. Hoy, el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha afirmado que su Gobierno concluirá esta semana el proceso legal para la adhesión de la provincia ucraniana a la Federación Rusa, después de que el referéndum celebrado en la región se saldara con un apoyo aplastante a dicha opción.

Pero es que el apetito expansionista ruso parece no tener fin. El viceprimer ministro ruso, Dimitri Rogozin, ha dicho hoy que el Gobierno ruso discutirá medidas para apoyar a la región moldava de Transnistria, cuya población es mayoritariamente rusa, después de que Ucrania haya anunciado que boicoteará a este territorio y cerrará la frontera entre Ucrania y Transnistria. En opinión de Rogozin, el aislamiento de Transnistria, donde viven 200.000 ciudadanos rusos y 70.000 ucranianos, es inaceptable.

Aunque este martes, el presidente de Moldavia, Nicolae Timofti, advirtió a Rusia de que no considere la anexión en su territorio rusoparlante de Transnistria de la misma forma que ha hecho con la región autónoma ucraniana de Crimea.

Moldavia, una exrepública soviética situada entre Ucrania y Rumanía con una población de unos cuatro millones de personas, planea también firmar un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), un pacto similar al que rechazó el derrocado presidente ucraniano Viktor Yanukovich, lo que provocó la crisis que acabó con su mandato.

Y, hablando de UE, la canciller alemana, Angela Merkel, ha amenazado a Rusia con nuevas sanciones económicas por parte de la Unión si la situación en Ucrania continúa agravándose y, además, ha dicho que mientras esta tensión con Moscú continúe no habrá más reuniones del G8. "La cumbre de la UE hoy y mañana dejará claro que estamos listos en cualquier momento para introducir medidas de fase tres si la situación empeora", ha dicho la canciller, antes de dirigirse a la cumbre de la Unión Europea.
 
Por su parte, el Gobierno español cumplirá con las sanciones que la UE imponga a Rusia por la anexión de Crimea, aunque supongan "un sacrificio" para los intereses españoles, según ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo. "Somos aliados serios y vamos a cumplir con las sanciones que se impongan, pero nos puede suponer un sacrificio", ha dicho en una entrevista en Antena 3.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com