Le oí al presidente de una multinacional presente en Iberoamérica la siguiente definición del presidente ecuatoriano, Rafael Correa:"Es el más peligroso de todos los populistas hispanos, quizás porque tiene formación anglosajona (en concreto en Estados Unidos)".

Empiezo a creer que tenía razón. Correa ha sacado adelante un referéndum que simplemente supone el control de los tribunales y de los medios informativos. Como demagogo es mucho más peligroso que Hugo Chávez o que Evo Morales porque lleva corbata. Los demagogos siempre llegan al poder como adalides contra la corrupción y terminan por corromper todo el sistema, por convertir la democracia en una tiranía disfrazada.

Por su parte, Evo Morales, que no lleva corbata, ha apadrinado a no sé cuántas parejas que perpetraban algo parecido al matrimonio, según un ecléctico rito aproximadamente indígena. El contenido más profundo de la liturgia consistía en asegurar que, como es sabido, los causantes de todos los males del mundo hispanoamericano fueron los colonizadores españoles. Este es el problema de aplicarle codicilo de Isabel la Católica en defensa de los indios. Quiero decir que los anglosajones fueron mucho más prácticos en sus colonias: siempre que pudieron eliminaron a la población nativa (Estados Unidos) según la doctrina diplomática de que muerto el perro se acabó la rabia. Y cuando no pudieron, tuvieron mucho cuidado en no mezclarse con los colonizados, es decir, cerraron guetos (India o Sudáfrica). Los españoles, por contra, con todas las barbaridades que se quiera, que naturalmente las hubo, acudimos al mestizaje, más que nada por la doctrina católica de que todos los hombres son hijos de Dios (la de Isabel Católica, por citar un ejemplo). No me extrañaría nada, que en nombre de la lucha contra el nefando imperialismo, Mister Morales introdujera los sacrificios humanos como parte de la regeneración democrática y la vuelta al credo incaico.

Eulogio López
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