Sr. Director:
En una conversación coloquial entre colegas docentes comentaba unas cosas sencillas, muy humanas, de las que se ha hablado siempre, algunas de ellas se las había oído a mi abuelo, cuando uno de los contertulios, mofándose, no de mi persona pero si del tema, ha exclamado: "he ahí la tecnología punta".


Personalmente me he callado al tiempo que me preguntaba sobre ello interiormente. Cuando he podido, he expuesto la conclusión a mi pregunta: pienso que el papel de la tecnología es importante pero es urgente llegar a conjugar la tecnología con una fuerte dimensión ética y humanística.

Pienso que hay que promover una sociedad humana, asumiendo cada uno sus propias responsabilidades, colaborando por el bien de todos sin distinción: "La vida social se puede enriquecer constantemente gracias a la integración de la diversidad cultural y religiosa, compartiendo los valores, fuente de fraternidad y comunión. La vida en sociedad se debe considerar ante todo como una realidad espiritual y los responsables políticos tienen la misión de guiar a los pueblos hacia la armonía humana y hacia la tan anhelada sabiduría, que debe culminar en la libertad religiosa, verdadero rostro de la paz".

Esto no es tecnología punta pero estoy seguro que no está reñido con ella.

Jesús Domingo Martínez