Me lo cuenta un banquero español, de banco bueno, no de banco malo, en conversación sobre el rescate bancario: "Si nos hubiéramos dado dos billones de euros tendrían toda la razón para exigir una política económica. Pero por 40.000 millones, que encima vamos a pagar entre todos los españoles, tener a la Troika en la chepa todo el día, parece excesivo".

Mi interlocutor continua hablando: "Le llamamos rescate bancario pero lo cierto es que estamos intervenidos. No es un rescate bancario es un rescate global que a Europa le ha salido más barato que cualquier otro".

Estoy encantado escuchándole, porque desde Hispanidad hemos denunciado una y otra vez que el rescate de los 40.000 millones -ahora ampliables- para rescatar bancos no es un regalo ni una donación: son créditos que hay que pagar, con sus intereses.

Y ahora nos disponemos a pedir más créditos. Ya conocen nuestro lema: comer y rascar -y sanear bancos- todo es empezar. Y encima hemos perdido toda soberanía económica. Estupendo.

Al mismo tiempo, ya metidos en la automutilación, mi interlocutor asegura: "y encima nos hemos cargado las cajas de ahorros para convertirlas en fundaciones, donde tendrán que provisionar las fundaciones y los bancos que de ellas dependen: ¿Acaso se exige provisionar la Fundación March, que posee bancos, o la Fundación Ford".

Y como nos estamos cargando nuestros propios bancos, y somos los españoles, y el Gobierno español, y el Banco de España, los primeros en pregonar que nuestras entidades son una porquería, y no lo son, "resulta que salimos al mercado con un 'rating' inferior al de las cajas alemanas, que como son de los lander salen con la calificación pública triple A... aunque son mucho peores que nuestras cajas de ahorros".

Un recado para las nuevas provisiones que se dispone a exigir el Banco de España y que podrían suponer una aportación extra de más de 50.000 millones de euros: "Y ahora al Banco de España se le ocurre que tenemos que provisionar los créditos refinanciados. ¿Qué haremos los bancos No refinanciar. Y luego el señor Rajoy nos pide que fluya el crédito".

Conclusión: "En Europa están felices. Nuestros bancos cuestan menos de lo que valen, los hemos provisionado a lo bestia con nuestro dinero, así que podrán comprarnos a precio de saldo".

Vamos, que somos unos genios.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com