• Es la fórmula Báñez, el modelo francés, pues Rajoy ha ordenado que no se hable de nuevos recortes.
  • Pero las cifras son tercas: el sistema de jubilación no aguanta el ritmo acelerado de envejecimiento de la población.
  • Los empresarios piden que el cálculo de la pensión se haga según toda la vida laboral. Es decir, reducir las pensiones.
  • Los sindicatos quieren que todo quede como está, lo que supondría la quiebra del Sistema.
  • Y mientras, las cuotas no se reducen, porque habría que subir el IVA.
  • Por supuesto, ni se habla de fomentar la natalidad.

El lunes comenzaban las negociaciones ente Gobierno, patronal y sindicatos para la nueva reforma de las pensiones. La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha comenzado un proceso bajo la orden dada por Mariano Rajoy a todos sus ministros: hay que aplicar nuevos recortes sí, pero ya no se debe hablar de recortes, sólo de reformas.

La era de los recortes ha terminado en el lenguaje político del PP (no en la realidad, naturalmente).

Conclusión: Báñez quiere imponer el sistema francés para reducir las jubilaciones, algo que hay que hacer sí o sí: se trata de aumentar el número de años cotizados para acceder a una pensión. Si no, te vas a la ayuda social de las no contributivas.

Los empresarios defienden otra fórmula: que el cálculo de la pensión se haga sobre el total de vida laboral. Otra forma para reducir las pensiones.

Los sindicatos quieren que todo quedé como está, que no haya reforma. Es una buena manera de caminar hacia la quiebra de la  Seguridad Social.

Naturalmente, la reforma ni se plantea la reducción de cuotas sociales y su cambio por IVA, a pesar de que España sufre los más altos impuestos laborales de toda la Eurozona.

Y naturalmente, la reforma no entra en el problema de fondo: el envejecimiento acelerado de la población española. NO habrá incentivos a la natalidad.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com