Lean esta noticia: Mujeres que, al parecer voluntariamente, acuden a Siria para satisfacer las necesidades sexuales de los combatientes por Alá.

Entre otros países se habla de Túnez, que gracias a la Primavera Árabe, promocionada por Washington, ha conseguido pasar de una democracia vigilada a un régimen en inminente peligro de acabar en fanatismo islámico. Y van a hacer de prostitutas en Siria, con los fanáticos más antifemeninos que existen.

Tengo dos preguntas: ¿cómo puede Estados Unidos apoyar a los de las urgencias sexuales, a los mismos que tumbaron las torres gemelas y que odian a los Estados Unidos La segunda es conexa: ¿Cómo pueden las feministas atacar al cristianismo y guardar ominoso silencio con el Islam, el credo que más desprecia y oprime a la mujer

La respuesta creo que es la misma en ambos casos. Porque tanto el progresismo de Barack Obama como el feminismo occidental no odian ni a los conservadores ni al machismo: lo que odian es a Cristo. Pueden ser de izquierdas o de derechas, igual da, pero, eso sí, sufren de cristofobia.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com